Teoría Diccionario Oxford De La Música A - K | Page 217

Brahms, Johannes 222
con el rechazo de que fue objeto para el puesto de director de la Sociedad Coral y la Filarmónica de Hamburgo, un golpe que nunca olvidaría y que le cerró las puertas de Hamburgo para siempre.
Años inquietos En Viena llegó un éxito inmediato. Dos conciertos condujeron a la elección de Brahms como director del Singverein de Viena( 1863). Si bien renunció después de apenas un año para dedicarse a la composición, la ejecución y la publicación de su música, su vida profesional nunca volvió a trastabillar. No tenía un domicilio fijo y poseía poco dinero, pero estaba componiendo una obra maestra tras otra. Los veranos siguientes los pasó fundamentalmente en Baden- Baden, donde Clara y sus hijos tenían su único hogar verdadero. Entre las obras de esta época está parte de su mejor música de cámara: el Quinteto con piano op. 34, la Primera sonata para violonchelo op. 38, el Segundo sexteto para cuerdas op. 36, el Trío con corno op. 40, los Valses para piano a cuatro manos op. 39. Algunas de sus canciones más queridas( Von ewiger Liebe, Heimweh II:“ O wüsst ich doch den Weg züruck”, Mondnacht) se remontan a esta época. Pero la obra que culmina este periodo es Un réquiem alemán op. 45, que fue comenzado alrededor de 1865 e interpretado en Bremen en 1868. En un breve lapso se ejecutó en muchas ciudades, logrando finalmente una amplia aceptación de su música; la considerable suma pagada por su editor marcó el final de los problemas financieros de Brahms. Prácticamente al mismo tiempo publicó dos de sus obras más populares, la Canción de cuna y las Danzas húngaras.
Viena Brahms se estableció en Viena en 1871 al recibir una oferta para dirigir la orquesta y el coro de la Gesellschaft der Musikfreunde. Su público vienés se tuvo que acostumbrar a un régimen más serio, pues Brahms cedió ante su gusto de anticuario y le dio a Viena su primera audición de la cantata de Bach, Christ lag in Todesbanden( BWV4), junto con otras obras barrocas muy poco conocidas. Fue seleccionado como editor de algunas de las muchas ediciones autorizadas que se estaban publicando en ese entonces, para lo cual preparó las Pièces de concert dentro de la edición completa de la música de Couperin e hizo contribuciones a las ediciones completas de Chopin, Mozart( su parte fue el Réquiem K626), Schubert y Schumann. En 1875 renunció a su puesto orquestal y estableció el patrón de vida que mantuvo por el resto de su vida: giras como intérprete y director de sus propias obras durante el otoño y el invierno, viajes en la primavera y composición durante el verano, por lo regular en las montañas.
Brahms fue atacado frecuentemente en la prensa por Wagner y sus seguidores, debido a su“ conservadurismo”. En contraste, si bien el estilo personal de Wagner era opuesto a Brahms, éste apreciaba la música de Wagner; invariablemente la defendía e incluso se autonombraba“ el más wagneriano de todos”. La propia fama de Brahms continuaba creciendo. Entre sus numerosas medallas y honores se encuentran la de la Orden de Maximiliano( Baviera, 1873), Pour le Mérite( Prusia, 1887), Comandante de la Orden de Leopold( Austria, 1889) y la Orden Austriaca para el Arte y las Ciencias( 1895). En 1879, la Universidad de Breslau le concedió un doctorado honorario, después de que declinó viajar a Inglaterra para aceptar otro de la Universidad de Cambridge.
Durante los últimos 20 años de su vida, Brahms fue la figura musical dominante en Viena. Cuando murió de cáncer, justo antes de cumplir los 64 años, la ciudad declaró un día de duelo y lo enterró en una tumba honoraria entre Beethoven y Schubert.
La música de Brahms La asociación de Brahms con los Schumann tuvo un profundo efecto en su música. Si bien durante algún tiempo Brahms se había identificado con los“ Músicos del futuro”, una referencia a Liszt y su círculo que estaban buscando nuevas formas y que favorecían las conexiones literarias con su música, la reverencia de Brahms por los viejos maestros creció en tal medida que en 1860 estaba“ deseando vehementemente” expresar su oposición a los futuristas en una declaración pública. Si bien ahora la pelea nos puede resultar desconcertante, Brahms y sus amigos sentían de verdad que el círculo alrededor de Liszt ponía en entredicho el futuro de la música al afirmar que sólo podría alcanzar su potencial máximo si se aliaba con una idea literaria o programática: en la óptica de su grupo, la sinfonía y la música de cámara de la época de Mozart y Beethoven ya habían caducado. Para Brahms, la independencia del arte de la música estaba en juego. Si bien reunió a 20 compositores para firmarla, la declaración fue publicada de modo prematuro sólo con su nombre y el de otros tres, lo cual fue vergonzoso. Brahms nunca más expresó públicamente sus puntos de vista sobre la música. Sin embargo, son fáciles de discernir a partir de su obra: una enorme reverencia por los grandes compositores de finales del Renacimiento en adelante; en lugar de descartar sus técnicas a favor de algo nuevo, las adoptó y las infundió con su marca personal de romanticismo lírico.