Teoría Diccionario Oxford De La Música A - K | Page 218

223 Brahms, Johannes
Las cualidades características que identifican la música de Brahms están presentes desde la primera hasta la última de sus obras, lo cual da a su producción una unidad inusual. Su habilidad para aprovechar el movimiento rítmico y armónico brinda a su música lo que Joachim comparó con“ una fuerza de la naturaleza”. Su costumbre de hacer que cada nota cuente, de desarrollar el material para que sea variado y reutilizado a lo largo de una pieza, hace su obra compacta y duradera. Esta forma de utilizar el material musical de modo abundante y económico es también lo que concitó la admiración de Schoenberg, quien sorprendió al mundo musical con su ensayo“ Brahms el progresista”( 1933). A pesar de aquellas características unificadoras, la obra de Brahms se divide en periodos identificables, el más temprano de ellos incluye composiciones de una exuberancia, por momentos indócil, de ideas musicales( como las Sonatas para piano opp. 1, 2 y 5, el Trío para piano op. 8 en su versión original, el gran Concierto para piano op. 15 y el Cuarteto con piano op. 26). Ya en la época del Quinteto con piano op. 34, había desarrollado un habilidad magistral para adaptar la idea musical a una forma apropiada.
Una larga serie de obras de grandes dimensiones se sucedieron durante los siguientes veintitantos años. Entre las composiciones más conocidas para coro y orquesta están Un réquiem alemán( 1865-1868), la Rapsodia para contralto( 1869) – una obra poco común para orquesta, contralto y coro masculino – y la Schiksalslied( 1871). La primera gran obra madura para orquesta fueron las Variaciones sobre un tema de Haydn op. 56a( 1873), que sigue siendo una de sus obras más populares. Las sinfonías aparecieron entre 1876 y 1885, el Concierto para violín en 1878, las oberturas Trágica y Festival académico en 1880, el Segundo concierto para piano en 1881, el Doble concierto en 1887. Aunque se ha especulado mucho respecto a que Brahms dudaba en publicar su primera sinfonía por temor a no estar a la altura de las de Beethoven, la explicación más plausible postula que Brahms pospuso la publicación para orquesta hasta que tuvo la experiencia de trabajar con una. A lo largo de su vida escribió y publicó música para combinaciones vocales e instrumentales con las cuales se encontraba familiarizado: sus primeras obras publicadas son para piano, las primeras obras corales son para voces femeninas y su primera sonata dúo es para violonchelo y piano.
Las obras de cámara de gran envergadura están igualmente presentes en este periodo medio de madurez: los tres cuartetos para cuerdas, el Segundo sexteto de cuerdas, dos tríos con piano, dos quintetos de cuerdas. Las dos Rapsodias para piano también aparecieron en esta época. Asimismo salió a la luz una buena parte de su música de cámara vocal: la más conocida es su primer conjunto de Liebesliederwalzer op. 52, pero existen muchas otras valiosas aportaciones a un repertorio más bien pequeño. Y durante estos años, como en todos los demás, Brahms compuso canciones, de las cuales existen más de 200. Es uno de los cuatro grandes compositores alemanes de Lied del siglo XIX, y el único que tuvo una vida relativamente larga. Sus canciones expresan un amplio rango de color y carácter, si bien probablemente se le conoce mejor por sus puestas en música de la melancolía, el amor no correspondido y musicalizaciones trascendentes de la poesía de la naturaleza. Entre sus canciones más encantadoras hay diestros arreglos de melodías folclóricas que reflejan su profundo interés en lo que veía como la esencia de la música alemana y su creencia de que la gente no cultivada debía poder disfrutarlas.
Uno puede percatarse de que el deseo de Brahms aproximadamente a partir de 1880 es condensar su pensamiento y desprenderse de toda futilidad. Parte de su música coral más rigurosa data de esta época, así como sus compactas y tardías Piezas para piano opp. 116-119. Para 1890, Brahms estaba listo para retirarse de la composición. Después de dar esta noticia a su amigo y editor, Fritz Simrock, y de enviarle su testamento para que lo resguardase, de pronto se vio impulsado a escribir para Richard Mühlfeld, el clarinetista solista de la orquesta de la corte de Meiningen. Esta oleada de energía creativa trajo consigo una contribución única en su tipo para la literatura clarinetística, con lo cual el repertorio se enriqueció como nunca antes ni después: dos Sonatas para clarinete op. 120 no. 1 y 2, el Trío con clarinete op. 114 y el Quinteto con clarinete op. 115, para muchos la última gran obra de cámara del siglo XIX. La última pieza que publicó, Vier ernste Gesänge para voz sola y piano op. 121( 1896), es la música más profunda expresada con el sonido más ralo.
A pesar de los estrictos estándares artísticos personales y una negación constante a publicar la música que no fuera directamente aprobada por él, Brahms logró reunir una fortuna considerable de las cuotas que le pagaban sus editores( nunca obtuvo regalías pero ganaba una cantidad fija por cada una de sus obras). A la mitad de su vida, su música había alcanzado el gusto de un público musicalmente educado en Inglaterra, los Estados Unidos y los países de habla alemana, que no sólo asistía a los conciertos de sus obras sino que compraba la música impresa para utilizarla en sus casas, ya fuera en ediciones a cuatro manos de su música orquestal y coral o en las versiones originales de las combinaciones más pequeñas.