Teoría Diccionario Oxford De La Música A - K | Page 106

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unión con la caja de resonancia, por lo cual, al tensar una cuerda, el mástil se vence ligeramente hacia la caja acústica y altera la afinación de las otras cuerdas. Este problema puede solucionarse con una columna de soporte que una el mástil con la caja acústica. Aparte de las arpas de columna talladas en piedra en las islas Cícladas griegas, que datan aproximadamente del año 2500 a. C., los ejemplos más antiguos de este tipo de arpa que se conocen en Europa aparecen en bajorrelieves escoceses de piedra de finales del siglo VIII d. C. y, aunque con menor claridad, también en el Salterio de Utrecht( 816- 835). La fuente de información principal sobre el arpa
A
Fig. 1. Diagrama que muestra cuerdas con separación de octava; su longitud se duplica a cada octava superior. Las líneas delgadas representan cuerdas de diferente longitud en el plano horizontal AB. Las líneas gruesas representan las mismas cuerdas, pero en el plano inclinado AC( que representa además la inclinación de la caja de resonancia), que provocan una curvatura pronunciada del mástil. Las líneas punteadas y partidas representan otros tipos de curvatura del mástil, también a partir del plano AC.
B
C proviene de la iconografía cristiana que suele ilustrar los salmos y las representaciones pictóricas del rey David. Las arpas abiertas siguieron representándose gráficamente hasta el siglo XII pero, a partir de entonces, sólo pueden encontrarse arpas de marco.
En las arpas de marco, las cuerdas se extienden verticalmente desde la caja acústica hasta las clavijas giratorias del brazo. La caprichosa curvatura del mástil o“ curva armónica” es consecuencia de que las cuerdas parten del plano inclinado de la caja acústica y su longitud se duplica a cada octava superior( Fig. 1). En la práctica, un aumento de longitud de las cuerdas significa también un aumento de grosor y en cierta manera de tensión, lo que permite compensar la curvatura del mástil hacia el registro grave del instrumento con una forma menos pronunciada y más uniforme; este recurso es particularmente notorio en instrumentos muy pequeños, como las arpas medievales( líneas punteadas de la Fig. 1).
La iconografía europea medieval retrata tres tipos diferentes de arpa: la que se conoce hoy como arpa irlandesa( las arpas“ célticas” modernas son también del mismo tipo), cuya primera evidencia histórica se remonta a c. 1270 en Lincoln, aunque era conocida también en otras partes de Europa; el arpa gótica, diseminada por toda Europa, que cuenta con una columna curva graciosamente tallada, con una cresta afilada cerca de la unión con la caja acústica; y el arpa medieval, más ligera y también de uso muy difundido, cuya columna es más corta y parte de la caja acústica, describiendo una ligera curvatura hasta el mástil que remata en una cabeza. Los tres tipos de arpa fueron diatónicas, aunque era posible ascender un semitono el sonido de las cuerdas presionándolas ligeramente cerca del mástil con el dedo.
Las arpas más antiguas que existen hoy en Europa son las arpas irlandesas y escocesas de Dublín y Edimburgo, que datan de los siglos XIV y XV. Por su tamaño pequeño pueden apoyarse en la rodilla o sobre una mesa baja; el fondo y los costados de la caja acústica están tallados de una sola pieza de madera, comúnmente de sauce o carpe; la tapa superior es independiente. La caja acústica es ancha en el registro grave, de donde parte una columna de soporte que se une al mástil, ambos fuertes y de curvatura pronunciada. Las arpas irlandesas usaban cuerdas de bronce o de plata, mientras que en Gales las arpas tenían fondo de piel y no de madera, y las cuerdas eran crines de caballo trenzadas. El uso tradicional de este tipo de instrumentos,