Control de potencia
Protección contra las sobrecargas
o Circuito de control
El contacto de disparo de cada relé debe asociarse en serie
en el circuito de la bobina del contactor que alimenta el
receptor. Este contacto puede ser de retención o fugaz:
– contacto de retención
Cuando se dispara el relé, los contactos se mantienen
mecánicamente. El relé debe rearmarse manualmente
o con un dispositivo de rearme eléctrico a distancia.
Con los esquemas de control 2 hilos hay que utilizar
obligatoriamente contactos de retención, para que el
contactor no ratee.
– contacto impulsional
El contacto de disparo vuelve a la posición inicial después del
funcionamiento del relé y la apertura del contactor, por lo que
debe utilizarse obligatoriamente con un esquema 3 hilos.
En ambos casos, resulta imprescindible solucionar el fallo
antes de rearmar el relé (contacto de retención) o de volver a
activar el pulsador de marcha (contacto impulsional).
Los relés electromagnéticos de máxima corriente se utilizan
para proteger las instalaciones sometidas a picos de corriente
frecuentes (por ejemplo, arranque de motores de anillos en
aparatos de elevación) contra las sobrecargas importantes en
los casos en los que, a causa de arranques demasiado
frecuentes, variaciones bruscas del par o riesgos de calado,
resulte imposible utilizar relés térmicos de biláminas.
Principio de funcionamiento
Los principales elementos de los relés son:
– un circuito magnético, formado por una parte fija, una
armadura móvil y una bobina,
– un mecanismo de disparo accionado a través de la armadura
móvil y que actúa sobre contactos auxiliares NC + NA.
La corriente que se desea controlar atraviesa la bobina,
conectada en serie a una de las fases del receptor. Cuando
dicha corriente rebasa el valor de reglaje, el campo
magnético que genera la bobina es suficiente para atraer
la armadura móvil y cambiar el estado de los contactos.
El contacto de apertura se encuentra en el circuito de la
bobina del contactor principal, por lo que éste se abre.
Protección de motores de arranque
prolongado
Asociación con un contactor
1/L1
2
13
3 4
14
6
95
96
54
55
A1
56
14
– KM2
Cortocircuitado del relé de protección durante el arranque
20
– KM1
A1
– KM1
A2
V
W
U
Asociación de tres relés electromagnéticos con un contactor
13
13
– KM1
14
14
M
3
53
– KM1
A2
6
4
2
11
3
5
1
3
5
6
4
2
13
22
13
14
A1
– KM1
A2
A1
A2
– S1
– S2
2 contactos impulsionales
†
– KM2
12
21
13
1
92
92
91
– KM1
– F2
– KM1
– S2
1 contactos de retención
4
2
92
92
91
91
– F2
– S1
92
– F2
2
2
2
– Q1
– KM1
– F4
14
93
94
1
1
– Q2
5 6
– Q1
– F3
– F4
1
1 2
92
– F2
91
14
6
1
2
– F3
W
1
2
1
2
U
– F2
– F3
– F4
V
2
4
– KM1
1
91
92
13
– F2
91
91
5/L3
3/L2
A1
1/L1
o Circuito de potencia
Inclusión de un relé en cada una de las fases de alimentación
del receptor protegido.
5/L3
El reglaje se realiza reduciendo o aumentando el ángulo de
apertura de la armadura móvil, lo que modifica el entrehierro,
y por tanto, el número de amperios-vuelta necesarios para
cerrar el circuito magnético. El dispositivo de reglaje está
graduado en amperios, por lo que basta con indicar el valor
de la corriente de disparo.
3/L2
Para proteger los motores de arranque prolongado contra las
sobrecargas es preferible utilizar relés de biláminas de clase
20 o 30 (ver la página 17). Pero en caso de que esta
protección resulte imposible (por ejemplo, cuando la duración
del arranque rebase los límites que determina la norma sobre
clases de disparo) la protección deberá realizarse:
– mediante un relé con sondas de termistancias (ver la
página 19),
– mediante un relé térmico de clase 10 alimentado a través
de los secundarios de tres transformadores de corriente con
bajo índice de saturación,
– cortocircuitando un relé térmico de clase 10 durante el
arranque con ayuda de un contactor. Al final del arranque, un
Dispositivo de reglaje
A2
1
Los relés electromagnéticos
de máxima corriente