Tango y Cultura Popular ® N° 165 | Page 66

¡Oh, La cumparsita! Como comentáramos en el número anterior, parece que a algunos referentes del "nuevo tango" les molesta que se sigan ejecutando y escuchando los clásicos. Y el que más molesta es el "clásico de los clásicos": La cumparsita. Sucede que el de La cumparsita es un caso muy particular. Ya Troilo decía que eso de que es "el tango de los tangos" era para "la gilada" y que ese título le correspondería a Recuerdo, de Pugliese. Es que La cumparsita es, musicalmente, una composición muy elemental, muy básica. Y quizá, paradójicamente, esa condición es la que ha determinado su suerte. Fue durante un tiempo un tango olvidado, hasta que Pascual Contursi le puso letra (Si supieras) y lo cantó Gardel. Pero su popularidad se vio definitivamente instalada, a mi entender, a partir de que las orquestas comenzaron a tomarlo como emblema, agregando arreglos y variaciones acordes con el estilo de cada una. (En el jazz pasó algo parecido con Saint Louis Blues). Pasó a ser como una carta de presentación. Su estructura elemental permitió incluir gran cantidad de variaciones, algunas de las cuales casi pasaron a ser parte de la obra, pero no estaban incluídas en el original, como sí lo está la variación del mencionado Recuerdo. El caso es que no existe "una" Cumparsita sino cientos, tantas como versiones se han hecho, muchas de las cuales son memorables (se la menciona muchas veces con "apellido": la de D'Arienzo, la de Troilo, la de De Angelis, etc.) y han determinado la preferencia del público y su vasta difusión. Esto es algo que no ha ocurrido con ningún otro tango. Es respetable la decisión de no tocarla, tanto como lo es la de seguirla tocando. Y no está escrito que se hayan agotado las ideas para crear nuevas variaciones, porque los verdaderos creadores no funcionan por decreto. Tampoco se puede censurar la ejecución de clásicos, para obligar a la gente a escuchar lo nuevo (algo parecido le pasó al tango, en una época). Decía Héctor Larrea hace poco: "No podés echarle la culpa a la gente. Tenés que tener talento para hacer algo bueno y que te entiendan".