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Tango y Cultura Popular 28 cuna” pero no, lo escuchaba como si mi abuelo hubiera escuchado bolero, no lo prestaba atención... Pero estaba ahí, y era una música que desde nenito, tres, cuatro años yo escuchaba. Mi abuelo vivía en la parte de abajo de la casa y yo con mi familia en la parte de arriba, entonces, bajaba, estaba todo el tiempo con él, iba y venía. Él todo el día estaba escuchando tango, y yo cada vez que iba escuchaba tango, y tomaba azúcar con café, como él me decía, porque le ponía tanta azúcar... Obvio que mi papá no quería que tomara, pero mi abuelo me daba... Entonces, ahí lo empecé a escuchar y hasta me sabía algunos tangos, porque él escuchaba tanto, tanto que me los sabía, pero no sabía que se llamaba “Tango” siquiera, o sea, no lo racionalizaba. Después más tarde, como a los 6 años, que empecé la escuela de música, que estudié durante muchísimos años, y una vez, en la orquesta de cámara de coro y orquesta que era la escuela que iba, (del Bernasconi, que iba a la escuela primaria pero también iba a la escuela de música ahí porque es enorme y tiene de todo) me hacen tocar una obra de Piazzolla: “Tango del diablo” (...) Y me volví loco. Cuando tuve que tocar eso me encantó, y ahí dije: “Ah, Piazzolla... tango... ah ¡tango!” y empecé a escuchar tango, como a los diez, once años fue eso. Y estaba la “FM Tango” y yo la escuchaba un montón, me grababa casetes, y cada vez que empezaba un tango empezaba a grabar, y si no me gustaba lo Revista N° 161 retrocedía, como eran regrabables no había problema. Tenía un montón de casetes de tango grabados pero era de lo que fuera que pasaran por la radio. Me encantaba. Y con todo esto y este amigo, Pablo Pugliese, que bailaba tango, como que se me fue haciendo un gusto por el tango bastante particular, porque, si él era raro por bailar tango, yo era raro porque me sabía un montón de tangos y me la pasaba escuchando tango, y tal... También escuchaba “Los Redondos” también escuchaba música clásica, Louis Armstrong, escuchaba un montón, de hecho lo había hecho fanático a mi hermanito (bueno, hermanote, ya) que tenía cinco, seis, siete años y escuchaba en el walkman, iba caminando por toda la casa escuchando Louis Armstrong, una y otra vez dando vuelta el casete... Pero bueno, gustos musicales, ¿no? Cuando me metí en el tango bailado, como a los quince años más o menos, tenia un bagaje de conocimiento bastante grande del aire del tango, del tipo de sonido, de un montón de cosas... Entonces ya no era por ahí como mi amigo, que él no era escuchador de tangos... Era muy familiar para mi, entonces yo creo que también eso, porque mi abuelo había fallecido hacía no tan poquito, pero no muchos años atrás, y eso para mi fue bastante fuerte, y entonces como que me traía una cosa familiar que no estaba, yo creo. O sea hubo un montón de factores que me llevaron a eso pero definitivamente, el tema de la conexión con mi abuelo y el