Tango y Cultura Popular
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cuna” pero no, lo escuchaba como
si mi abuelo hubiera escuchado
bolero, no lo prestaba atención...
Pero estaba ahí, y era una música
que desde nenito, tres, cuatro
años yo escuchaba. Mi abuelo
vivía en la parte de abajo de la
casa y yo con mi familia en la
parte de arriba, entonces, bajaba,
estaba todo el tiempo con él,
iba y venía. Él todo el día estaba
escuchando tango, y yo cada
vez que iba escuchaba tango, y
tomaba azúcar con café, como él
me decía, porque le ponía tanta
azúcar... Obvio que mi papá no
quería que tomara, pero mi abuelo
me daba...
Entonces, ahí lo empecé a
escuchar y hasta me sabía algunos
tangos, porque él escuchaba
tanto, tanto que me los sabía,
pero no sabía que se llamaba
“Tango” siquiera, o sea, no lo
racionalizaba. Después más tarde,
como a los 6 años, que empecé
la escuela de música, que estudié
durante muchísimos años, y una
vez, en la orquesta de cámara de
coro y orquesta que era la escuela
que iba, (del Bernasconi, que iba
a la escuela primaria pero también
iba a la escuela de música ahí
porque es enorme y tiene de
todo) me hacen tocar una obra
de Piazzolla: “Tango del diablo”
(...) Y me volví loco. Cuando tuve
que tocar eso me encantó, y ahí
dije: “Ah, Piazzolla... tango... ah
¡tango!” y empecé a escuchar
tango, como a los diez, once años
fue eso.
Y estaba la “FM Tango” y yo
la escuchaba un montón, me
grababa casetes, y cada vez que
empezaba un tango empezaba
a grabar, y si no me gustaba lo
Revista N° 161
retrocedía, como eran regrabables
no había problema. Tenía un
montón de casetes de tango
grabados pero era de lo que
fuera que pasaran por la radio.
Me encantaba. Y con todo esto
y este amigo, Pablo Pugliese,
que bailaba tango, como que se
me fue haciendo un gusto por el
tango bastante particular, porque,
si él era raro por bailar tango,
yo era raro porque me sabía un
montón de tangos y me la pasaba
escuchando tango, y tal... También
escuchaba “Los Redondos”
también escuchaba música clásica,
Louis Armstrong, escuchaba un
montón, de hecho lo había hecho
fanático a mi hermanito (bueno,
hermanote, ya) que tenía cinco,
seis, siete años y escuchaba en
el walkman, iba caminando por
toda la casa escuchando Louis
Armstrong, una y otra vez dando
vuelta el casete... Pero bueno,
gustos musicales, ¿no?
Cuando me metí en el tango
bailado, como a los quince años
más o menos, tenia un bagaje de
conocimiento bastante grande del
aire del tango, del tipo de sonido,
de un montón de cosas... Entonces
ya no era por ahí como mi amigo,
que él no era escuchador de
tangos... Era muy familiar para
mi, entonces yo creo que también
eso, porque mi abuelo había
fallecido hacía no tan poquito,
pero no muchos años atrás, y eso
para mi fue bastante fuerte, y
entonces como que me traía una
cosa familiar que no estaba, yo
creo. O sea hubo un montón de
factores que me llevaron a eso
pero definitivamente, el tema de
la conexión con mi abuelo y el