EL TRABAJO
Se refiere a todas las capacidades humanas, físicas y mentales que poseen los trabajadores, y que son necesarias para la
producción de bienes y servicios. Abarca el esfuerzo humano en la búsqueda de un fin productivo, el uso de la inteligencia
humana aplicada a las actividades, y la ocupación retribuida.
El avance económico y la diversificación han permitido la especialización del trabajo humano. En la economía moderna, el
trabajo es un factor altamente diferenciado, que engloba una cantidad de oficios y profesiones de muy diversa naturaleza. Los
trabajos más complejos y de mayor valoración económica son los que provienen de la competencia intelectual, el talento o el
genio.
LA TIERRA
Es el área utilizada para desarrollar actividades que generen una producción. Incluye todos los recursos naturales de utilidad
en la producción de bienes y servicios, como los bosques, los yacimientos minerales, las fuentes y depósitos de agua; la fauna,
la cría de ganado, siembra de cultivos, construcción de edificios, etc.
La valorización de la tierra depende de la cercanía a centros urbanos, del acceso a medios de comunicación, de la
disponibilidad de otros recursos naturales, del área, etc.
LA TECNOLOGÍA
Es el conjunto de instrumentos y procedimientos que permiten el aprovechamiento de un determinado producto. Se refiere al
saber hacer y al conocimiento aplicado a la producción.
Con el progreso tecnológico, el hombre mejora su nivel de producción, es capaz de llegar cada vez más rápido, mejor y más
eficientemente en la búsqueda de sus objetivos.
La tecnología permite que la producción llegue a niveles encumbrados, porque al combinar el factor capital, el trabajo y la
tecnología se logran la eficiencia y la eficacia en la producción de bienes y servicios. Hay que entender por eficiencia, el
empleo del menor tiempo posible en la obtención del producto deseado; y por eficacia, la calidad de los productos.