Spanish ACAMS Today (Junio-Agosto 2013) Vol. 12 No. 3 | Page 25

Desafíos antilavado Este artículo cuestiona la premisa básica implícita en el régimen de denuncias del financiamiento terrorista mediante la identificación de una nueva tendencia muy preocupante: la identidad sintética. No se trata de suplantación, ya que esto supone la existencia de una persona “X” que suplanta a otra persona “Y”. Ambos individuos existen. El escenario que estamos discutiendo es distinto. Aquí, ni “X” ni “Y” existen sino que son, en cambio, una creación virtual de otro “Z”, que es en sí mismo una identidad virtual. Y todas esas identidades, al ser identificadas, dejan de “existir”. Es igualmente notable que cada una de estas identidades sintéticas están soportadas por documentación válida emitida por el gobierno de Canadá (por ejemplo, licencias de conducir y/o pasaportes, etc.). Sin duda, se trata de un escenario escalofriante, algo parecido a lo que se lee en Guerras Fantasma, de Steve Coll, ya que apenas se detecta una identidad, ésta se desvanece en el aire, como si nunca hubiera existido. Lo único que queda son papeles que reflejan una cantidad exorbitante de ganancias obtenidas a través de delitos financieros que, por supuesto, son imposibles de rastrear (por ejemplo, en dos días alguien se adueñó de 710.000 dólares canadienses a través de fraudes de seguros, usando identidades sintéticas, y tanto los fondos como las identidades son imposibles de rastrear). Este artículo está basado en la avanzada investigación que realizaron Michael Kelly y Timothy Trotter (Policía de Toronto), sin cuya permanente ayuda no habría sido posible escribirlo. Agradezco especialmente a Peter Warrack (Royal Bank of Canada) por su apoyo y su visión. Acaso este artículo plantee más preguntas que respuestas. La primera parte detalla el proceso de creación de identidades, tal como hacen los delincuentes. La segunda, esboza cómo se cometen delitos usando identidades sintéticas. Y la última, señala las respuestas que hoy existen para combatir este delito formidable que, lamentablemente, son deficientes e ineficaces. Se alientan los debates futuros que exploren más opciones para combatir este nuevo tipo de delito. Parte I Una pregunta crucial aparece durante el estadio de creación de una identidad, en términos de los costos y riesgos que conlleva conseguir documentos emitidos por el gobierno: ¿por qué tomar un riesgo tan inmenso? Asumiendo que el enriquecimiento financiero sea el “único” propósito, lo mismo se puede lograr usando documentos fraudulentos. Entonces ¿por qué arriesgarse tanto para obtener documentos oficiales originales? El proceso de creación de la identidad sintética El sector privado — Génesis Los pasos para crear una identidad sintética son, prima facie, preocupantemente simples. El delincuente suele comenzar por crear una silueta sin cara, usando un nombre, una fecha de nacimiento y un domicilio (por ejemplo, John Doe, fecha de nacimiento: 1 de enero de 1977, domicilio: Calle XY, provincia Z, Canadá). Entonces, él o ella solicita una tarjeta de crédito en una entidad financiera importante, que normalmente busca una oficina de información crediticia para conocer la Declaración de Asuntos Personales (o sea, registros financieros, fecha de nacimiento, domicilio y calificación crediticia). En este estadio no existe ningún registro, por lo que la respuesta suele ser negativa. Este rechazo es un paso clave en el proceso de creación de una identidad sintética porque obliga a la oficina de información crediticia a crear un registro con un nombre concreto, que a partir de ese momento queda vinculado con un domicilio y una fecha de nacimiento. Es ese rechazo inicial de una tarjeta de crédito lo que sirve como génesis para las identidades sintéticas en el mundo de las finanzas: la información personal queda documentada en una oficina de información crediticia y pasa a ser “real” sin despertar ninguna alerta. Esto es así porque esas oficinas no pueden determinar si una persona existe o no, ni pueden diferenciar o exam