CU M PLI M I E NTO
¿Quiénes son los verdaderos
“nosotros” y “ellos?”
La tecnología ha abierto las puertas a
una amplia gama de herramientas para
combatir la delincuencia financiera. Por el
contrario, ha abierto la puerta a muchas más
maneras de cometer estos delitos. Si bien
el ejemplo básico de estructuración sigue
siendo una persona en la ventanilla de un
banco evitando requisitos de información
por un medio u otro, la capacidad de mover
dinero electrónicamente en todo el mundo
en un nanosegundo ha expandido el universo
criminal de manera exponencial. El lavado
de dinero ahora puede venir de cualquier
rincón del mundo, a cargo de una amplia
gama de tipos malos que van desde los terro-
ristas patrocinados por el estado al lobo soli-
tario delictivo hasta a la amenaza interna del
delincuente pícaro. Uno puede ver la conver-
gencia evidente de la ciberdelincuencia y la
delincuencia financiera con muchos de los
mismos elementos y características.
Por lo tanto, el desafío al que nos enfren-
tamos debe quedar claro. A pesar de que el
grupo de delincuentes financieros parece
estar creciendo con capacidades y recursos
cada vez mayores, ellos son “ellos” y nosotros
somos “nosotros”.
E
l entorno de cumplimiento financiero de hoy en muchos
aspectos refleja el mundo dinámico, hiperveloz y a
menudo confuso en el que todos vivimos. A menudo es
difícil obtener una perspectiva clara del objetivo final de nuestra
profesión. La posición más clara es la de que los profesionales
de antilavado de dinero (ALD) están desempeñando un papel
clave en la detección y prevención de delitos financieros (princi-
palmente el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo).
El delito de fraude se está integrando cada vez más en esta
responsabilidad estratégica. Los profesionales de cumplimiento
están construyendo relaciones más estrechas con las agencias
de control legal y está alentando a ambos grupos a compartir más
información y hacer de compartir información una calle de doble
vía. A medida que cambia el entorno, las líneas entre “ellos” (los
antagonistas) y “nosotros” (los profesionales de cumplimiento de
BSA/ALD y sus socios) comienzan a desdibujarse.
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ACAMS TODAY | DICIEMBRE 2015–FEBRERO 2016 | ESPANOL.ACAMS.ORG | ACAMSTODAY.ORG
Sin embargo, hay muchos jugadores en
este juego. La denominación de profesional
de cumplimiento no describe un papel en
la prevención del delito, sino más bien en
el cumplimiento de las responsabilidades
y exigencias de las leyes y reglamentos
pertinentes. Esto introduce una serie de
reguladores nacionales e internacionales
cuyo trabajo es asegurar que las entidades
financieras cubiertas estén en cumpli-
miento y castigarlas—principalmente por
medio de multas importantes—si no son.
Aparentemente, el papel de un regulador
en el esfuerzo de prevención del delito es
asegurar que el mundo financiero hace
todo lo posible por detectar, disuadir y
reportar los delitos financieros. La tendencia
creciente es castigar severamente a quienes
no se someten estrictamente a la ley. Una
perspectiva sobre esto es que las entidades
financieras que no están de acuerdo, ya sea
por complicidad con los delincuentes o por
medio de descuido benigno o activo, son
los malos. Esto pone a todas las entidades
financieras objeto de la ley en la posición
nada envidiable de convertirse en uno de
“ellos”. Por supuesto, se podría invertir esa
perspectiva y retratar la serie de regula-
dores como la némesis. Si se añade a esta
perspectiva, el potencial de algunas regula-
ciones de ser percibidas como ambiguas o