#SoyUNEVErsitario Revista #SoyUNEVErsitario Número 19 | Page 10
LA SOBRE MESA
Idea y redacción. Chef. Julio Huertas Huesca
Corrección de estilo: M. en G. Teresita Cano Ricardez
D
entro de los placeres de la vida
está el de comer, y comer bien
significa comer en compañía
agradable de los amigos, de los
compañeros de trabajo, de la familia, en el
mejor lugar o sentirse en casa, llevarse a la
boca los mejores manjares, los platillos
más exquisitos, exóticos y sin duda alguna
los de elección personal.
De verdad, el que no se sentaba a la hora de comer cuando ella
llamaba, se perdía la primera entrada, a veces unos ricos
tlacoyitos de requesón o frijol, totopos con guacamole o frijoles
refritos con queso o crema, el pico de gallo de chile habanero y
chabacano o durazno, y de lo más extraño para mí, la primera vez
que los ví, fueron gusanos rojos dorados en manteca de cerdo,
con tortillas a mano recién hechas, un platillo extraño pero que de
verdad nadie dejaba uno solo, tres en una tortilla acompañados
con guacamole o una salsa de chile de árbol, de un picor que
invitaba a seguir enchilándote, por eso, a la primera llamada ahí
estábamos toda la familia los domingos en casa de la abuela, era
el comienzo para terminar la tarde con la hora de la visita.
- Mi abuela gritaba.
- ¡A COMER!
Y no llamaba dos veces. Decía que a comer y
a la cama, una sola vez se llama.
Ni mi madre olvidaba su tupperware, para llevarse algo de comida
para el recalentado del día siguiente. Servía la sopa de pasta con
un fondo de pollo o de res, que me agradaba más, pasta de letra,
lengüita, munición, moño, corbata, codito, corona, estrella, engrane, almeja, macarroncito, ojito, sombrero, fideo delgado del número 1
o un poco más grueso del número 2, lenteja, caracol, pluma, espiral, farfalle, tallarín, penne, rigate, macarrón corto, tornillo, rotini,
spaghetti, fettuccine.
No recuerdo que tantas más, incluyendo la lasagna. Que a veces era el plato fuerte o el postre.
Qué decir del verdadero plato fuerte, mientras mis tíos preparaban el anafre o la parrilla, poner el carbón encenderlo, y estar atizando, la
abuela, las tías y mi madre, cortaban la carne que traían muy temprano mis tíos del
rastro, que, por cierto, cerrado desde hace muchos
1
años pero que se niega a morir, la mayoría de los locatarios se establecieron en las afueras, y siguen vendiendo sus productos.
Los cortes iguales bien medidos, decía mi abuela no por tacaña, sino para que alcanzará para todos y no darles de más con el propósito
de cuidar su salud, tenía su bascula, la ración de carne por persona debe ser de 125 a 200 g., que, en caso de filetes de ternera o
pescado, equivalen a un filete del tamaño de la palma de la mano, y de las guarniciones.
10
Abril 2019