Skapa't | Page 9

Tanto la alta elfa como el alto elfo parecían ignorar al elfo del bosque. Si este fuera invisible, literalmente actuarían igual. No supe qué pensar. El coche continuó unas calles adelante. Las calles eran bastante iguales entre ellas, no había mucha diferencia salvo la gente y los establecimientos, algunos tapiados con ladrillos y tablas de madera con el símbolo serpenteante pintado. Cada vez que pasábamos por uno, el oficial se quedaba mirando los comercios cerrados con una ligera mueca de asco. El coche seguía avanzando... Giramos por una calle donde los edificios formaban una inmensa plaza, había muchísima gente mirando algo, y todavía más personas se acercaron a ver aquella especie de espectáculo que sucedía en el epicentro de la multitud. El vehículo no había avanzado lo suficiente como para ver dicho centro. Era una ejecución pública. -Sohte ri komfhur.- Dijo el alzakim al tulkim, el cual paró el coche en seco apretando un pedal. Demos un paseo, nuestro destino está por aquí.- Me dijo. Bajamos de la máquina. El tulkim se quedó dentro y lo ví accionar una palanca a través del cristal. Miró hacia atrás e hizo retroceder el vehículo para luego desaparecer en el anterior cruce. La multitud de altos elfos gritaba furiosa; aunque rugieran en otro idioma, el odio hacia las condenadas se respiraba en el aire. Eran dos elfas, de diferente raza, las dos colocadas en una especie de proscenio de roca, arrodilladas y atadas a un pilar de la misma piedra que la superficie en la que estaban. Dos alzakim se mantenían en segundo plano y otros cuatro sujetando un monstruoso fusil negro con un cargador de disco cada uno, mirando a la multitud, de espaldas a las chicas y un oficial militar en segundo plano también, pero observando como un buitre. - Son unas depravadas… - Me dijo el oficial medio gritando por el escándalo del gentío. Asquerosas, cerdas, guarras, desequilibradas, monstruos… “El hombre es para la mujer, y la mujer es para el hombre”, todo aquel que se atreva a desafiar los Manifiestos Dorados merece esto. - Me quedé callado y miré a otro lado. La elfa que nos llevaba acompañando como una sombra miraba de lado a lado intentando evitar el contacto visual con la escena.