Aquel día me entretenía escribiendo algo que decirle a ella pero las palabras no me
salían y ¡ni Eph ni Sim ayudaban! Ella se había llevado algo de mí, no mi corazón, ni mis
pensamientos, se había llevado una llave, la llave de mi voz; no podía hablar con el
corazón, solo con los pulmones, con mis pulmones ruidosos y chillones, obscenos y
soeces a la vez que desvergonzados ¡ellos no me servían de nada!, Sabía que ella
llegaría muy entrada la noche y sabía que no habría cenado, así que pensaba
prepararle una cena en su habitación, aunque en su gran casa de tres pisos tendría que
pensar como subir, una mesa, dos sillas, tres velas, la cena, servilletas y un mantel
bonito. Pero lo más importante era poder decirle algo bonito y con significado ¿pero el
qué?
La tarde fue lo peor, condenado a pensar en qué decirle mientras observaba mi
habitación, llena de libros y pintadas sobre las paredes grises. No malgasté el dinero
en pintura, sino que en espráis de colores para poder hacer dibujos sobre mis paredes
y el techo. En el techo había dibujado un sol de color rojo – una bola de basura roja- y
también otros desvaríos como: nubes, estrellas, un avión, ciertas caritas sonrientes…
pero lo más importante y reciente, en una estrella había puesto con permanente su
nombre, así aunque estuviese lejos cuando me fuese a dormir encontraría siempre su
nombre en las estrellas del firmamento.
Por fin llegada la noche y solucionados muchísimos problemas técnicos, conseguí
prepararle la cena que tanto dolor de cabeza me había proporcionado. Todo estaba tal
y como lo había dispuesto: dos sillas, una mesa, un mantel bonito, tres velas y hasta
había conseguido una bandeja de plata, no preguntes como. Con todo dispuesto
pensaba en que hacer, en como recibirla pero no pude evitar echar un ojo a su
habitación, era cálida, colorida y divertida hasta el punto que era adorable y tuve que
ahogar una risa al pensar que todo en ella y relacionado con ella era dulce y adorable,
¿por qué ahogué una risa? ¡Ella había llegado! Así que raudo y presto apagué las velas
e hice lo más lógico, me metí en el lado de su cama que estaba pegado a la pared.
Me quede observando escondido y no pude evitar tener remordimientos, estar allí
tumbado era indecoroso pero tenía que evitar que sus padres me viesen o que ella les
alertase de alguna manera así que me resigné y esperé. La vi entrar como la luz entra
por un ventanal e ilumina una habitación oscura, dándole a todo otra forma y otro
color.Ella no me percibió y se me paso por la cabeza anunciar mi posición pero no
pude, mis piernas y mis brazos no respondían, me quedé allí y observé. La vi llegar y
desperezarse con la gracia de una bailarina de ballet. Acto seguido, fue hacia un cajón
y la observé sacar lo que era su pijama y la observé mientras se cambiaba. Se lo que
quieres, ¿una descripción detallada verdad? ¿De ella? Querrías que te dejase
boquiabierto y con los pantalones ligeramente abultados pero… ella era perfecta y
pura como el rocío del alba y por ello jamás será más bella que cuando sonríe, este