Racó literari
MI MEJOR VERANO
Así que la otra mitad del camino, Noa y yo hemos estado explicándole con todo
detalle lo que está ocurriendo. Cuando llegamos a la cabaña, Carla me dice:
Chica, de esto se podría escribir un libro.-
En realidad, tiene razón, lo que me está ocurriendo podría ser perfectamente la
trama para una de esas telenovelas.
Nos ponemos el bañador y salimos camino al lago. Durante el paseo, Noa y Carla no
dejan de preguntarme sobre el tema.
¿Has pensado qué harás?- Dice Carla.
Si al menos se llevaran bien entre ellos, lo podríamos hablar con tranquilidad.-
Le respondo.
¿Y eso qué más da? Tienes que decirles algo.-
Lo sé, pero ni siquiera sé lo que realmente pienso, ¿cómo se supone que
debo decirles algo?
Oye, creo que te estás complicando la vida, solo tienes que decidir si te gusta
y en ese caso cual.
Eh chicas, dejad de hablar de bobadas, que ya hemos llegado y ayudad con
el material.- Nos chilla Arola intentando bromear, pero con la mala cara que
me mira, no se lo traga nadie.
No nos damos cuenta del rato que hemos estado hablando ya que al llegar al lago
tan solo han parecido cinco minutos de charla.
La monitora nos dice que al no haber suficientes pádel surfs para todo debemos ir
con parejas así que María y Carla van juntas, las dos hermanas, Emma y Arloa, van
juntas y yo decido ir con Noa. Y como somos impares, Víctor va con Esteban y, por
suerte, Nacho y Aaron, cada uno en un pádel diferente. No sé lo que habrían hecho
si les hubiera tocado compartirlo.
En un momento ya hemos bajado los padels al muelle y estamos disfrutando de la
buena mañana que hace. La monitora nos indica que tenemos que salir en fila hasta