Nerea Parada
PRIMER D’ESo
Narrativa en castellà (primer premi)
Volver a reír como antes
Abrí la ventana y el viento acarició mi cara. Sentí la brisa marina con el sabor de la sal del
mar. Vi la ciudad que se extendía más allá del agua que me separaba de ella, agua que había
adoptado los tonos grisáceos y azulados del cielo. Alcé la vista hacia las nubes grises que lo
cubrían, que parecían anunciar lluvia. Aquel tiempo acompañaba mis sentimientos; sentía una
cierta frialdad en la manta que abrigaba mi corazón.
Me encontraba en una estancia alumbrada únicamente por la luz que entraba desde el exterior,
por la solitaria ventana que exponía unas preciosas vistas al mar. Era lo único que había en
esa habitación. Una sala muy curiosa, hundida en la penumbra; una sala aparentemente vacía,
pero donde se hallaban grandes tesoros: los recuerdos.
A mí siempre me había parecido un sitio especial y mágico. Unas lágrimas tímidas,
silenciosas se formaron en el lagrimal de mis ojos. No entendía del todo por qué; era una
sensación muy rara: no estaba exactamente triste, pero sentía unas irremediables ganas de
llorar. Estas lágrimas me nublaron la vista y de pronto corrieron por mis mejillas y fueron a
precipitarse al vacío, hasta fundirse en la mar.
Una ráfaga de aire penetró por la ventana, agitando las finas cortinas de seda y también mis
cabellos, castaños, mal recogidos. Un escalofrío me recorrió la espalda. A pesar del frío no me
moví, y seguí llorando y lamentándome en silencio.
Estar allí me resultaba mágico porque en mi mente se infiltraban tantos recuerdos y algo de
serenidad que los acompañaba. La melancolía invadió mi cuerpo; miles de preguntas sin
respuesta y también respuestas a preguntas que jamás había formulado vinieron a mí.
Vi un pequeño velero a lo lejos y me acordé de los tiempos en que estar allí significaba reír y
sentir una tremenda felicidad, digna de ser envidiada. Mi hermana y yo nos abocábamos hacia