Singularte 13 Feb 2014 | Page 36

La leyenda del pirata Cambaral (y 2) Cambaral cubierto de cadenas a la fortaleza y lo encadenaron en la mazmorra en espera de que las tropas reales lo vinieran a buscar. El señor de La Atalaya tenía una hija bella y joven, con un corazón muy noble que, viendo el lamentable estado del capturado, se brindó a curarle las heridas. Y quiso el destino que la muchacha y el capitán pirata se enamoraran perdidamente, hasta tal punto que, sabiendo el destino que le esperaba al moro, ambos decidieron fugarse para vivir su historia de amor. Meciéndose en las alas de la inconsciencia y el ardor juvenil, sin planificar su huída, se escaparon de la fortaleza y poco a poco escondiéndose entre los recovecos del camino fueron bajando por empinadas callejuelas hasta llegar al muelle; allí buscaron la nave pirata pero, antes de alcanzarla, el padre de la doncella, que se había percatado a tiempo de la fuga, ya les estaba esperando con sus hombres. Los amantes, al darse cuenta de que no tenían escapatoria, se unieron en un apasionado beso y fue entonces cuando el padre de la joven, ciego de rabia, desenvainó su espada y de un certero tajo segó las cabezas que, unidas, cayeron al mar, siguiéndoles los cuerpos que, enlazados en un eterno abrazo, se fundieron con las frías aguas del océano… Y así fue que años después, en el mismo lugar en que los amantes perdieron la vida, se construyó un puente al que llamaron El Puente del Beso en honor a los jóvenes. En la actualidad y después de pasar por varias reformas dicho puente sigue existiendo, así como también parte de la muralla de la fortaleza y el barrio aledaño que se llama El Cambaral.