SEUDO Número Cinco | Page 12

Nada me excita más que viajar en bondi. Subir las escaleras, pagar boleto, sentarme detrás de alguien y mirarle el cuello. Luego mirar a quienes desfilan en la pasarela, los que llegan y se sientan y los que viajan parados.

Los hay de diferentes estilos, ya los ves, esos que miran a todos y a todos lados, como endemoniados; y los otros que miran al frente como estatuas pensativas.

Siempre me pregunte; que seria de estos últimos, si las ventanas estuvieran selladas?.

Bueno, en este último grupo me incluyo yo, es que me gusta mirar también, pero sin pensar.

Sentir como volamos sentados y el resto se queda atrás.

Perfumarse con el viento en los ojos, distraerse con los colores, re ojear las paradas y olvidarse del ruidoso motor. No hay nada mejor.

De vez en cuando pisotear una mirada perdida, respirar el aroma de las perfumadas/os y enviarles media sonrisa amarga a lo que no lo están.

Es tan bello viajar! Y mejor acompañado, palpitando el sonido del timbre, esperando que alguien baje para mirarlos desde arriba eh irse junto a él y su caminar.

Y lo más loco, que nadie parece darse cuenta en donde está, es más, hasta putean seguido si el chofer los deja una parada más adelante, me da lástima.

VIAJAR

pOr CaRaMeL