Regalé dos tiros así que el quía estaba bastante relajado y yo también.
Tuve tiempo suficiente para sentarme a tomar unos largos tragos de la transpirada cerveza y mirar como se drogaban los viejos frente al televisor.
El amigo acomodó la blanca, primero en el centro de la cabecera, luego la corrió un poco a la derecha y un poco más a la derecha; definitivamente iba por la 15, la tenia bastante en ángulo.
Sí, la embocó, pero tiene ahora la 12 muy pegada a la banda; así que tardó en calcular. Se tomó su tiempo con el vaso lleno y seguramente natural. Casi lo baja de un trajo, y era whisky; así que, no es joda. No sé bien que sintió, o cómo lo hizo, pero encaró decidido, no tardó nada. Golpeó entre la banda y la 12, provocó una carambola realmente admirable que terminó con la 12 adentro. Sonreí amargado y pinché el vaso para servirme más.
Recuerdo haber pensado que todavía tenía tiempo. Me quedaban 4 bolas y la negra que andaba perdida por el medio, así que volteé a mirarlo. Lo veía animado, lógico, éste sería el segundo partido, de 4; que me gana.
Golpeó fuerte como para bandear la negra y así lograr que vuelva con un buen ángulo hacia su hoyo. Esa fuerza logró que la negra vaya y vuelva, pero al diome, así que medio caliente se sentó mirando hacia el bar.
Caminé seguro hacia la 1, estaba regalada en la punta izquierda.
Y la metí, lo mismo hago con la 6 y la 4. Ya canchereando, pero en silencio, encaré la 3; que por arte de magia se metió en el mismo hoyo que él había metido su última.
Ya está! me dije, estamos iguales y la negra me queda con un ángulo casi perfecto.
Mientras él suda y mueve los ojos de acá para allá, a mí me suena el celular:
-Hola sí?
-Qué haces negro necesito el número de Damián, lo tenés?
-Me parece que sí, me podés llamar en un rato?
-Pasámelo dale!
-Estoy jugando al pool y tengo la negra nomás, en un rato te llamo.
-Anda a cagar forro, chau!.
Este histérico de mierda me desconcentro!, dije en voz alta.
-De qué? Me dice un viejo, si hace dos horas que estás ahí sentado sin hacer un carajo. Cuándo vas a jugar al pool?, siempre ahí sentado mirando, pareces un viejo choto.
–Ya, algún día voy a jugar, estoy intentando escribir algo sobre este pool; le contesté.
Y se me rió despacito.
– Claro, cierto que escribís, perdón por cortarle la inspiración..Sr Bucay.
No entendí que carajo me quiso decir con “Sr Bucal” pero lo ignoré y volviendo a agarrar el vaso, pedí una lapicera y empecé a escribir: FIN.