El alma varía inevitablemente de una persona a otra persona. No puede ser estereotipada. Cada uno de nosotros tiene una individualidad particular, algo único. Ahora bien, como hay variación en las almas de los hombres, se sigue de modo natural que la vida de los creyentes anímicos igualmente variará de persona a persona. En consecuencia, podemos hablar aquí sólo en términos generales, y presentaremos meramente los rasgos más prominentes con los cuales, como fondo, los hijos de Elohim pueden comparar sus propias experiencias.
Los creyentes anímicos son excepcionalmente curiosos. Por ejemplo, por el mero deseo de conocer lo que les reserva el futuro, tratan de satisfacer su curiosidad y estudian a conciencia las profecías de las Escrituras.
Los creyentes anímicos( el término " creyente carnal " y " creyente anímico " se refieren a lo mismo, el creyente que no es gobernado por su ruaj, sólo los diferenciamos en cuanto a sus áreas de manifestación y gobierno, pero los dos andan en la carne) tienen tendencia a mostrar sus diferencias y superioridades en el vestido, su modo de hablar y sus actos. Desean causar impresión en las personas para que reconozcan todas sus empresas. Naturalmente, una tendencia así puede ya haber existido en ellos antes de la conversión; pero encuentran muy difícil después el vencer esta propensión natural.
Al revés de los creyentes espirituales, que buscan no tanto la explicación como la experiencia de ser uno con Elohim, estos creyentes buscan diligentemente una
comprensión en la mente. Les gusta discutir y razonar. El fracaso de que su experiencia en la vida no se empareja con su ideal no es lo que les preocupa; ¡ es su incapacidad para comprender esta falta de experiencia espiritual lo que les perturba! Asumen que conocer mentalmente es poseer en la experiencia. Esto es un gran engaño.
Muchos creyentes anímicos adoptan una actitud de justicia propia, aunque con frecuencia es difícil de captar. Se aferran tenazmente a las más pequeñas opiniones. Es, sin duda, correcto el mantener las doctrinas básicas y esenciales de las Escrituras, pero ciertamente podemos permitirnos conceder cierto margen de latitud en los puntos pequeños, sobre todo cuando ya hemos descubierto que pertenecemos a un Cuerpo que ha venido creciendo y desarrollándose A TRAVÉS DE SIGLOS bajo el Plan Perfecto de Elohim y que como tal, TIENE UN CRECIMIENTO Y DESARROLLO. Se debe comprender que, así como Shaúl, por ejemplo, comprendió y mostró que las cosas antiguas eran sombras de Mashiaj, así también aún NO SE HA MANIFESTADO TODA SU GLORIA, y el Cuerpo continúan creciendo y " descubriendo " su potencial, por lo que no se puede dar por " terminada " la comprensión de la revelación— sí la revelación en sí, porque ya fue dada, pero no en su total y cabal comprensión, la cual depende del crecimiento del Cuerpo como un todo y eso, del crecimiento de los individuos como partes del mismo. Podemos tener la convicción de que lo que creemos es verdad de modo absoluto; con todo, el que tratemos de tragar el camello pero intentemos colar el mosquito no es agradable a Elohim en absoluto. Deberíamos poner a un lado las diferen-
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