PERSONA Y BIOÉTICA • SEPTIEMBRE-DICIEMBRE 2003 • ENERO-ABRIL 2004 • AÑOS 7 Y 8 • NOS. 20-21
los más frágiles, porque el hacer y lo externo cambian y son muy manipulables. ¿ De qué sirve un hacer que no sirva para hacerse? Pero poco puede lograr hacerse uno sin antes conocerse. Por eso la tremenda necesidad de discernir de una vez si existe o no el espíritu.
LA NECESIDAD DE PLANTEARSE SI ALGUNAS CERTEZAS SON MITOS O PARADIGMAS
Uno de los mitos de la cultura contemporánea, a mi parecer, es que se da por hecho que comprobar la existencia del espíritu no está al alcance de las capacidades humanas, y es solo una ilusión inútil que parece narcotizar al pueblo, dispersándolo de sus deberes cotidianos. Para muchos, cualquier cosa que se diga del espíritu es sencillamente un cuento más, como el de Antígona, de Sófocles.
Otros se quedan en el paradigma de dar por hecho que hablar de la existencia del espíritu es hacerlo de un producto que no es intelectual, sino necesariamente un cuento religioso o una filosofía barata, e incluso consideran el tema del espíritu como síntoma inequívoco de poca inteligencia, y se sienten molestamente obligados a ejercer la tolerancia con quienes procuran actuar como seres cuya realidad no se agota en biología más o menos evolucionada.
Abundan quienes hacen una distinción entre ser humano y persona, y reservan este segundo término a los individuos de la especie humana que manifiestan expresiones de racionalidad; a otros les basta que se esboce el sistema nervioso aproximadamente en el día 14 de su existencia, y a otros parece bastarles que alrededor del día sexto se produzca el proceso de implantación en el útero, como si un cambio de lugar fuera lo que diera estatus de sujeto de derechos a un ser que, desde el punto de vista científico, pertenece a la especie humana desde seis días antes de dicha implantación.
¿ El estatus de persona depende de la edad, el lugar de alojamiento( trompa, útero, pipeta, etc.), el desarrollo biológico( sexto día, día catorce, tercer trimestre del embarazo, etc.), o de algo diferente a número de células, edades y ubicaciones?
¿ Puede aportar algo el pensamiento complejo a lo que el desarrollo de la bioética no ha logrado solucionar, aun pareciendo la piedra angular de esta disciplina?
Los seres humanos con uso de razón tienen capacidad de reconocer que en los seres vivos se produce una relación causa-efecto, y muchos trabajos estadísticos no hacen más que mostrar la proporción en que se presenta esta relación en la naturaleza. Por la capacidad de prever esa relación, son responsables de asumir las consecuencias de sus acciones u omisiones.
Con respecto a la idea de causalidad, desde el pensamiento complejo se afirma que esta no es una cadena de acontecimientos, sino una figura compleja, donde efecto y causa se entretejen 20. También desde este campo del saber Bohm afirma:“ No existen causas únicas ni lineales ni el tiempo fluye como lo sentimos. Parece haber más bien una correlación, una ocurrencia
20 Martínez, Ludy Judith, y Rubio, J. V. Cartografía de la complejidad, http:// www. colciencias. gov. co / redcom / Cartografia-Compl. html
30 SER HUMANO