Ser humano ¿cuando el ser humano comienza a ser persona? | Page 3

¿ CUÁNDO UN SER HUMANO COMIENZA A SER PERSONA? • NUBIA POSADA GONZÁLEZ
ca y Europa, lleva a cuestionarse sobre la claridad conceptual y la solidez lógica de los argumentos que salen en dichos libros y revistas, con respecto a los conceptos de ser humano y persona, que estos escritos expresan de manera explícita o implícita.
Entre la abundantísima literatura publicada por la OPS, principalmente la expuesta al acceso a través de internet, analizaremos las definiciones y conceptos de ser humano y persona, hallados en la colección de una de las revistas de bioética más importantes de Latinoamérica: los Cuadernos del Programa Regional de Bioética, que ha continuado sus publicaciones con los volúmenes de Acta Bioética. Esta colección tiene la riqueza de presentar una amplia gama de textos, de autores con procedencias, profesiones y referencias bibliográficas muy variadas, que permitieron recoger lo que probablemente abarca lo más representativo de las tendencias del pensamiento que en el mundo occidental contemporáneo se tienen sobre ser humano y persona.
De la relevancia del tema afirma Sergio Zorrilla F., editor de Acta Bioética:“ El interés constante respecto de la noción de persona se justifica, a lo menos, por dos razones íntimamente relacionadas entre sí: por un lado, esta problemática, profusamente invocada en publicaciones, argumentos y discursos, permanece particularmente abstracta y descontextualizada respecto de nuestra realidad cultural, social y política. Incluso, en términos pedagógicos, la perplejidad es grande cuando se constata que posiciones relativamente adversas, sobre temáticas específicas, se proclaman del mismo concepto de persona. La noción de persona, por otra parte, se encuentra en el centro de
discusiones que sacuden, de tiempo en tiempo, nuestra región. Destacamos entre ellas los derechos sexuales y reproductivos; deliberaciones, decisiones e iniciativas en el contexto de situaciones de urgencia – en particular comienzo y final de la vida –, y otras múltiples temáticas profundamente relacionadas con las grandezas, los riesgos y lo cotidiano de la relación terapeuta-enfermo” 1.
UNA BÚSQUEDA EN LA QUE SE COMPROMETE ALGO MÁS QUE LO INTELECTUAL
Es evidente que el tema resulta decisivo y difícil, y se plantea continuamente en las distintas culturas y tendencias de pensamiento. Sófocles, en su obra Antígona, nos cuenta que cuando el Rey ordenó la pena de muerte para quien sepultare al hermano de Antígona, ella, creyendo que sin sepultura él no tendría vida eterna en el Hades, da un ejemplo del reconocimiento de una vida inmortal después de la muerte biológica: Ismena, hermana de Antígona, le dice:“ Yo, rogando a los muertos que están bajo tierra que me perdonen, porque soy objeto de violencia, obedeceré a los que están en el poder, pues querer hacer lo extraordinario arguye demencia”. A lo que su hermana Antígona responde:“(...) Piensa, pues, como te parezca, que yo le sepultaré. Bello me será morir cumpliendo ese deber. Querida reposaré con el hermano querido y santo habrá sido mi delito, pues más tiempo debo consagrar a agradar a los muertos que a los que aquí están. Allá reposaré siempre; pero si a ti te parece, desprecia las leyes que están en precio entre los dioses”. En otro
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Zorrilla F., Sergio.“ Editorial”, Acta Bioética, 6( 2): 195, 2000.
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