La necesidad de estima está relacionada con el amor propio, la autoestima y la autovaloración personal, cuestiones deterioradas en estos agresores y que solo es posible restituir por medio de la violencia. En este caso, estos criminales utilizan unas herramientas equivocadas para reconstruir su imagen de si mismo, necesitando la destrucción del otro como forma de construirse a si mismo. Pero esta necesidad no solo afecta a plano personal, no solo necesita autoestima sino también el reconocimiento y la estima de los demás. En este sentido los asesinos en serie suelen buscar la fama y el éxito (la mayoría de las veces lo consiguen) presentando a la sociedad sus actos, no buscan el anonimato sino todo lo contrario, quieren que se les conozca y se les vea como seres superiores. De ahí las frecuentes comunicaciones de estos asesinos con los medios de comunicación y la policía e incluso a veces, como veremos más adelante en el análisis de casos, la propia autoinculpación y entrega a la policía cuando es detenido algún sospechoso de sus crímenes o los medios de comunicación dejan de prestarle atención.
Por otro lado, la necesidad de autorrealización son claras en este tipo de criminales. Una autorrealización basada en una transcendencia de su realidad, una realidad que nos les gusta y que tratan de sustituir por sus fantasías. Como hemos visto anteriormente estos sujetos no puede realizarse normalmente dentro de la realidad social en la que viven, deben esconderse y crear una realidad paralela en la que se convierten en la persona que querrían ser. Intentan auto-realizar sus fantasías por medio del asesinato pero esto tiene efectos temporales, convirtiéndose en una necesidad frustrada que nunca podrá cubrirse.