SANGRE DE CAMPEÓN Sangre de campeón | Page 86

» El niño comprendió y, temblando de miedo, salió a la pista. Se subió a su bicicleta y en cuanto dieron la señal, pedaleó con todas sus fuerzas. Para nuestra sorpresa, ganó el hit. Lo levantamos en hombros, le aplaudimos y lo felicitamos. Estaba sonrojado por el esfuerzo, pero tenía una sonrisa enorme. Ese muchacho será un gran hombre, pues ha comprendido que lo importante de un concurso, de un examen, de una tarea, de una presentación pública, no es ganar la medalla o el reconocimiento ajeno, sino aprender, madurar, fortalecer el carácter. » Ustedes ¿no se sienten inseguros a veces? ¿No les pasa, con frecuencia, que el temor los domina?, ¿que se quedan callados cuando quieren hablar y les falta valor para sobresalir? Si es así, jóvenes, es porque no son deportistas. ¡Entiéndanlo! Muchos de los grandes lideres, de las personas más ricas del mundo, de las más emprendedoras e importantes en la sociedad, llegaron alto porque practicaron algún deporte de competencia en su juventud. Y no me refiero a jugar un partidito de fútbol de vez en cuando, andar en bicicleta con los amigos o nadar cuando están de vacaciones; me refiero a un deporte formal que exige disciplina de alimentación, de sueño y de entrenamiento diario, un deporte en el que se compite todos los fines de semana, en el que se coleccionan trofeos y derrotas, en el que se apuesta la vida por ser mejor cada día. El deporte nos enseña a ser perseverantes y a actuar con eficiencia bajo presión. ¡No se inscriban en las actividades que tendremos para ganar medallas, sino para ser mejores personas! Se había hecho un silencio absoluto. Todos escuchábamos al invitado con atención. -Ahora -preguntó el director -, ¿quién de ustedes desea inscribirse al nuevo programa deportivo? Casi todos mis compañeros levantaron la mano. Yo tambi én lo hice. Repartieron unas fichas en las que debíamos anotar nuestro nombre y el deporte que elegíamos. 86