SANGRE DE CAMPEÓN Sangre de campeón | Page 85

17. Un campeón suele ser deportista Al día siguiente, en la escuela, hubo un evento importante: Reunieron en el patio principal a todos los alumnos de quinto año en adelante. Nos visitaba un famoso deportista que había ganado varias medallas olímpicas. El director de la escuela trataba de presentarlo, pero nadie parecía muy atento a sus palabras. Los compañeros jugaban y hablaban. -¡Ya basta! -dijo el director levantando la voz en el micrófono -. Este atleta se ha ofrecido a trabajar con nosotros, por las tardes, dirigiendo un programa deportivo profesional. ¡Pongan atención! ¡Aprovechen esta oportunidad! Mis compañeros guardaron silencio al escuchar el tono enojado de nuestro director. El invitado tomó el micrófono y dijo: -Les voy a contar algo: Hace poco hubo una carrera de ciclismo para niños. Las tribunas estaban llenas. Me avisaron que uno de mis pequeños se había escondido. Fui a buscarlo. En efecto, estaba en el baño. “¿Qué te pasa?”, le pregunté y él me contestó: “Entrenador. ¡Tengo mucho miedo! No me gusta el ciclismo. Los nervios me paralizan durante las competencias. » Lo abracé por la espalda y me puse en cuclillas para verlo a la cara. Entonces le expliqué: “El reto que tienes ahora, no es competir en ciclismo, sino forjar tu carácter, ¿entiendes?, hay personas cuya voluntad es tan débil, que ante cualquier presión, se esconden, lloran, fuman, o toman pastillas tranquilizantes; pero, en cambio, hay otras que levantan la cara, abren la puerta y enfrentan los desafíos; esos son los triunfadores. Sal de este escondite y haz tu mejor esfuerzo; aunque no ganes la carrera, fortalecerás tu carácter; es lo único que me interesa.” 85