sientas más cansado, quiero que le des gracias a Dios porque tu
hermano está vivo.
A la mañana siguiente, papá me despertó muy temprano, me
dio una carta en un sobre cerrado y comentó:
-Anoche te escribí algo.
Doblé el sobre y lo guardé en mi pantalón. Me llevó hasta el
frente de la casa para indicarme cómo realizar mi trabajo. Colocó
una enorme escalera de aluminio que llegaba hasta el techo y me
explicó la forma de deslizarla sobre la fachada.
-Ten mucho cuidado –señaló -. No quiero que vayas a
accidentarte.
Usa la escalera sólo para pintar los muros desde la mitad de la
casa para abajo y cuida que esté bien apoyada e inclinada antes de
subirte a ella.
Acepté sin protestar más, pero nunca imaginamos que la
tragedia verdadera estaba a punto de ocurrir.
Por favor; revisa la guía de estudio en la pagina 156, antes
de continuar la lectura del siguiente capítulo.
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