SANGRE DE CAMPEÓN Sangre de campeón | Page 62

-Señor... ¡Yo busco a otra muchacha! -Pues Rafaelita es la única joven que vive aquí... -¡No puede ser! El viernes me quedé en la escuela toda la noche. En la madrugada conocí a una joven... Iba a decir: “muy limpia, con mejillas rosadas, pelo brillante y mirada dulce”, pero me detuve. -El viernes en la noche -dijo el hombre con seriedad -, no había nadie aquí. Mi familia y yo dormimos en otro lado. -¡Señor! ¡Yo lo vi a usted en la mañana barriendo la calle! ¿Se acuerda? Cuando salí, le dije que le diera las gracias a su sobrina de mi parte. Dio un paso al frente como para reconocerme. -¡Conque fuiste tú quien me dio ese tremendo susto Claro, lo recuerdo. Saliste corriendo. Fui a investigar y encontré la oficina abierta. ¿Cómo la abriste? Yo mismo la cerré con llave antes de irme. Las manos comenzaron a temblarme... -E... e... estoy di... diciendo la... la verdad –tartamudeé -. Dormí adentro de la escuela el viernes. Ivi me abrió la oficina -me detuve -. ¿Ustedes conocen a una chica llamada Ivi? Negaron con la cabeza. -Jamás hemos oído hablar de ninguna persona llamada así. -¡Pero yo la vi! ¡Estuve con ella! Me abrazó. Me consoló. Me dio un vaso de leche, una almohada y una cobija. -Muchacho, ¿te sientes bien? En la oficina no había vasos ni cobijas. Cerré los ojos, aturdido. 62