SANGRE DE CAMPEÓN Sangre de campeón | Page 112

la vía rápida dando vuelta en una calle desconocida y detuvo el coche para esconderlo detrás de los edificios. Guardamos la respiración. Pasaron varios segundos. Parecía que habíamos logrado engañarlos, cuando de repente, los dos automóviles aparecieron dando vuelta justo detrás de nosotros. Mamá volvió a acelerar. La calle era oscura y solitaria. Esquivó un bache moviendo el volante con violencia. Mi cabeza chocó contra el vidrio lateral. No me quejé. -Apresúrate -le dije -, ¡ahí vienen! Miró nuevamente por el retrovisor. -¡No debí salirme de la avenida principal! -se lamentó -, ¿ahora qué hago? -¡Regresa! ¡Pidamos ayuda! Volvamos al hospital. Mi madre dio la vuelta en otra esquina con la esperanza de entrar a la vía rápida, pero no hab