SANGRE DE CAMPEÓN Sangre de campeón | Page 110

Yo lo iba a visitar todas las tardes, después del entrenamiento deportivo. Al oscurecer, uno de mis padres se quedaba con Riky y el otro iba a la casa conmigo. Aquella noche, le tocó a papá permanecer en el hospital. Mamá y yo subimos al auto y transitamos por la avenida principal. Ella me preguntó: -¿Cómo van las cosas en la escuela? -Mejor –contesté -. A Lobelo y a su amigo les dieron una advertencia por escrito: si son sorprendidos en otra travesura, los expulsarán para siempre del colegio. -¿Y ya no te molestan? Tosí un poco. -No, pero me miran muy feo. Cuando los encuentro siento vibraciones negativas. Creo que pronto inventará algo para vengarse de mí -Mmh... -disminuyó la velocidad del automóvil y volvió a comentar -: El señor Izquierdo también prometió hacemos daño, ¿te acuerdas? -Sí –respondí -. En la comisaría estaba muy enojado porque lo acusé del robo. Dijo que éramos una familia de ingratos y que nos íbamos a arrepentir... La miré de perfil; su cara se había puesto tensa. -¿Qué pasa, mamá?, ¿por qué preguntas eso?, ¿por qué vas manejando tan despacio? -No estoy segura, pero... Orilló el coche y se detuvo por completo, mirando el espejo retrovisor. -¿Pero? 110