Quise decir: “no creo que la vuelvas a ver”, pero me quedé
callado.
Papá continuó hablando:
-Hace muchos años, una maestra suplente que me ayudó a
salir de mis problemas... me contó la historia de las manos orantes
y otras parecidas como la de Gina y Susana... Es muy extraño... No
quería decirlo, pero esa doctora que acaba de estar aquí, se parece
tanto a mi maestra
Asentí. Entonces le dije a papá con absoluta seguridad:
-Esa mujer es tu maestra. La que conociste en la primaria.
Él se quedó pensando unos segundos.
-Imposible -comentó.
-¡No! -le dije -. ¡Es ella misma!
Mamá me acarició la frente.
-Relájate hijo. Estás abrumado por la anestesia.
Por favor; revisa la guía de estudio en la pagina 172, antes
de continuar la lectura del siguiente capítulo.
22. Un campeón está en el equipo correcto
Mi hermano tendría que permanecer encerrado en una
habitación esterilizada durante varias semanas. Podían ocurrir
complicaciones graves: infección o rechazo del transplante. Su vida
se hallaba en peligro todavía.
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