Rumor de límites. Memoria del desasosiego (hacia las Pinturas Negras) FINAL DE LAS PINTURAS NEGRAS-QUINTA DEL SORDO | Page 75

75 obligado a despedir a algunos de ellos al faltar trabajo. Ya hemos comen- tado el intento de Goya de dejar de hacer los modelos para los Tapices en cierto momento, al considerarlos un freno para su reconocimiento como pin- tor de valía y cómo ante las presiones tuvo que volver a este trabajo más incómodo y menos creativo. En esta tarea se vio comprometido durante varios decenios. Pintura religiosa.- Desde sus comienzos en 1770, la manera de poder vivir de la pin- tura era que la todopoderosa Iglesia: abadías, monasterios, basílicas, igle- sias parroquiales y capillas de nobles encargasen pintura religiosa; tarea que Goya abordará durante todas las etapas de su vida antes de exiliar- se en Burdeos. El bautismo de Jesús, de 1771, será uno de sus primeros encargos. En 1780, tras pintar el Cristo crucificado, de clara influencia neoclásica (Mengs respira tras él), le nombran Académico de Mérito de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, tras varios intentos fallidos. ( 9 ) 9- El día 5 de mayo solicita su ingre­so como Académico de Mérito, siendo elegido por unani­ midad el día 7 del mismo mes, tal como lo recoge el secre­tario de la Academia Antonio Ponz: “Después di cuenta de otro memorial de D. Francisco de Goya, quien asimismo suplicaba que la Academia se dignase admitirle entre los de su Cuerpo, y en la clase que fuere de su agrado, y para esto presentó una pintura del Señor Crucificado, figura del tama­ño del na- tural. Le propuso asimismo el Sr. Viceprotector para Académico de Mérito, y tuvo todos los votos a su favor”.