Rumor de límites. Memoria del desasosiego (hacia las Pinturas Negras) FINAL DE LAS PINTURAS NEGRAS-QUINTA DEL SORDO | Page 69
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5.- Evolución plástico-estilística
Existen, y a veces coexisten, diversos “Goyas”. Inevitablemente se so-
lapan. Cuando vive en Zaragoza (1759-63), pasa cuatro años con Luzán,
donde según confesiones copia imágenes de modelos en láminas. En 1770,
viaja a Italia por su cuenta y de este viaje trae conocimiento directo de al-
gunos pintores que le interesan, de los que anota impresiones breves en su
Cuaderno italiano. En Parma, participa en un concurso al que presenta el
cuadro, del que se conservan varios bocetos previos, Aníbal cruzando los
Alpes. Por él tendrá una mención.
Murales.-
Al regreso recibe su primer encargo: un mural para la bóveda del
coreto de la Basílica del Pilar (1771). También realiza los del Aula Dei
próximos a Zaragoza. En ambos se aprecian influencias de Francisco Ba-
yeu y Ramón Bayeu. Es entones un pintor en aprendizaje. Su obra no es
especialmente personal, pero comienzan a mostrar un Goya no disciplinado
a los cánones y por ello tendrá desencuentros con los canónigos zaragoza-
nos al no someterse a sus gustos. Las composiciones realizadas de motivos
religiosos respiran una transición que abandona el barroco y se aproxima
al neoclasicismo. El color es rehén de cuanto aprende del cuñado Francisco
pero las pinceladas van mostrando el vigor de un aliento nuevo.
Hacia 1797, Goya trabaja en la decoración mural con pinturas so-
bre la vida de Cristo para el Oratorio de la Santa Cueva de Cádiz. En ellas