Rumor de límites. Memoria del desasosiego (hacia las Pinturas Negras) FINAL DE LAS PINTURAS NEGRAS-QUINTA DEL SORDO | Page 62
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La Guerra de la Independencia duró desde 1808 a 1814 y durante
ella los acontecimientos militares, agravaron si cabe aún más la situación
económica. Pese a todo, el nuevo gobierno napoleónico de José I, llevó a
cabo una serie de reformas en Madrid, con objeto de situarla en paralelo a
las grandes capitales europeas, pero otros proyectos no pudieron llevarse a
cabo por las propias circunstancias de los enfrentamientos militares.
Una vez ocupado el territorio por tropas francesas y al ver el carác-
ter de asentamiento, pillaje y ocupación militar ciertos sectores del ejército
y una parte del pueblo llano comenzaron a organizarse para el enfrenta-
miento. En los combates que se desarrollaron contra las fuerzas de ocupa-
ción tuvieron un lugar destacado las guerrillas. Los milicianos-guerrilleros
(comenzado con los militares Espoz y Mina en condiciones precarias), se
fueron extendiendo tras el alzamiento popular del 2 de mayo en Madrid
como la guerrilla del Empecinado o la del cura Merino, luego reforzadas
con actuaciones militares como la defensa de Zaragoza por Palafox, la ba-
talla de Bailén, por tropas del general Castaños, con una primera derrota
en suelo hispano del ejército napoleónico y la del general inglés Wellington,
aliado de España, en Arapiles, decisiva para el fin de la guerra.
Durante la Guerra, el Consejo de Regencia, se reunió en las Cortes de
Cádiz y declaró “único y legítimo rey de la nación española a don Fernando
VII de Borbón” así como nula y sin efecto la cesión a la Corona en favor de
Napoleón. La derrota de las tropas francesas culminaron con el Tratado de
Valençay, de 11 de noviembre de 1813, por el que la Corona española era
restaurada en la persona de Fernando (como Fernando VII), que regresó a