Rumor de límites. Memoria del desasosiego (hacia las Pinturas Negras) FINAL DE LAS PINTURAS NEGRAS-QUINTA DEL SORDO | Page 49
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Motín de Esquilache, del que tenemos testimonio pictórico de Goya, fue una
revuelta que se extendió por la mayor parte del país entre marzo y abril de
1766, y el detonante era la expresión de razones debidas al hambre y la mi-
seria de las capas populares -el pueblo llano y campesino: los pecheros- que
sufrían hambrunas cíclicas y a la carestía del pan.
Esquilache, había tratado de poner en marcha algunas reformas
ilustradas que mejoraran la policía (limpieza-seguridad) de la ciudad en
consonancia con las capitales importantes de Europa, como iluminación,
alcantarillado, pavimentación, recogida de basuras, pero era un aristócra-
ta venido de fuera con lo que era mal visto y proclive a ser vilipendiado
fácilmente. Por tanto, en el motín concurren una serie de circunstancias que
son expresión de un descontento con un fondo de carácter social y político y
que tomó la forma de revuelta. Una revuelta que a su vez tenía un caldo de
cultivo entre ciertos sectores de aristócratas del país que veían su influencia
deteriorada frente al monarca y donde la iglesia también veía peligrar su
influencia (especialmente la Compañía de Jesús), pues las rentas de la ma-
yor parte de los alimentos estaban en manos del clero y la nobleza. Eran
ellos quien controlaban los réditos de las hambrunas.
A todo ello no fueron ajenas las medidas liberalizadoras sobre el
precio de los alimentos, sobre todo el trigo, de importancia fundamental en
la dieta del pueblo llano. La revuelta, en cualquier caso, acabó con el destie-
rro de Esquilache, muy a pesar del propio Rey y la aceptación por parte del
monarca de algunas propuestas de los sublevados. También la Compañía de