realidad. En esta fase, aunados a los dispositivos didácticos ya mencionados en la primera fase,
se incorpora la memoria y la historicidad.
Tercer momento. Sentido metodológico de la afectación en la construcción del problema.
Problematizando las afectaciones y los síntomas. Darse y dar cuenta de las afectaciones y los
síntomas que han marcado y marcan la historicidad de nuestro estar-siendo en el mundo, es un
momento importante y necesario para empezar a construir conocimiento desde una lógica
distinta a la lógica lineal de causa-efecto, propia de la metodología hipotético deductiva e
instrumental que hoy domina ampliamente en los procesos de investigación social, pero no es
suficiente. Quedarse en las afectaciones y los síntomas que nos marcan como sujetos
individuales no basta para entender y comprender lo que sucede en el presente social. Hay que
reconocer que se trata de un momento de comprensión de la realidad autoreferida a uno mismo,
en nuestra relación con los demás, pero todavía no da cuenta de un nivel más amplio de
comprensión de la realidad social. ¿De qué manera se articulan estas afectaciones personales con
problemáticas sociales?, ¿Cómo pasar de este primer momento autorreferencial a un momento de
referenciación social?, ¿Cómo articular las afectaciones y síntomas personales con afectaciones y
síntomas de carácter social?
En este tercer momento del proceso de formación, desde la didactobiografia y la
construcción de un dispositivo denominado “esquema mental” que da cuenta de la articulación
dialéctica de la red de afectaciones y los síntomas que nos constituyen como sujetos, se procura
pasar, a través de preguntas problematizadoras, de la autoreferencia a la construcción de un
problema social. Este es un momento complejo y nada fácil, es aquí donde cobra verdadero
sentido la propuesta metodológica del presente potencial como posibilidad de construir
conocimiento socialmente pertinente a partir del propio sujeto y la toma de conciencia de su
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