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en su práctica y resultado de su ejercicio de enseñanza. Estas estrategias metodológicas permiten desarrollar habilidades comunicativas verbales con el niño con discapacidad auditiva. Estas estrategias se derivan del uso de la lectura labio facial, adiestramiento auditivo, articulación y estrategias de lenguaje. El adiestramiento auditivo consiste en ayudar al niño con discapacidad auditiva a utilizar sus restos auditivos para mejorar su capacidad de comunicación por el lenguaje, uno de los criterios para desarrollar la habilidad se relaciona con la adaptación del auxiliar auditivo. La lectura labio facial o lectura de los labios, es la habilidad que permite a una persona, independientemente de si su audición es normal o está disminuida, comprender el lenguaje observando con atención al que habla. Para desarrollar esta habilidad se toma en cuenta el nivel de desarrollo de habilidad perceptual y de sintetizar palabras que le sirvan de pauta. En la primera se refiere a la capacidad de percibir rápidamente los elementos del habla, asociados a la percepción visual, atención, rapidez del enfoque y el uso de la visión periférica para lograr la información de toda la cara mientras se enfoca la vocal. La segunda es cuando el individuo aumenta las palabras y las frases que puede identificar con las claves lingüísticas y situaciones que disponga para discernir el mensaje. La articulación se refiere al proceso de modelar la corriente respiratoria de la laringe a través de la boca para formar sonidos del habla que constituyen el lenguaje. Las unidades fundamentales de la articulación que influyen en el sonido de los fonemas que se emite de cada letra que compone el alfabeto en nuestro país. La estructuración del lenguaje se refiere a la forma de organización de nuestros conceptos en el pensamiento que le damos objetividad en el momento que emitimos un diálogo que nos 47