trabajo o, en los productos de las tareas de investigación de sus alumnos. Hacer las cosas nuevas
en las sesiones de clase le permitió usar su creatividad y centrar las actividades en los
estudiantes. Soluciones que encontró fueron puestas en su lugar y que incluso hizo negociaciones
con la administración de la escuela. Pequeños retos cada día y aprender a resolverlos,
posiblemente, la satisfacción generada en la maestra. De alguna manera, frente a los nuevos retos
la llevaron sin esperarlo, tal vez por accidente, a la introspección. La profesora reconoció que
hay temas que se llevan a su gran labor para aplicar, que no sabe por qué y se pregunta si es que
no sabe explicar, y mencionó que posiblemente se necesita capacitación en la metodología de la
educación musical.
Para los estudiantes, nuevos espacios se encuentran en la etapa: su propia opinión, la
oportunidad de decir lo que piensan, lo que les gusta. El nuevo programa aborda algunos temas
que comienzan con su propio gusto, ¿cómo son los sonidos en nuestra casa? ¿Qué música te
gusta? ¿Qué se escucha todos los días? Musicalmente hablando, también se espera y anima a los
estudiantes a improvisar, realizar composiciones, crear sus propias producciones, encajando
nuevas letras para las melodías. Quizás desde fuera parecería imposible de lograr, sin embargo,
como los temas desarrollados, los estudiantes presentaron dificultades día conquistando y
demostrar sus logros. Actuar de acuerdo con sus propias decisiones es otro de los beneficios que
ya está en marcha, el grupo o los equipos deciden cuándo ensayar, lo que van a hacer, ¿cómo van
a hacer, cuáles son los aspectos que se incluyen en la evaluación, incluso la participación en la
evaluación.
Entre las acciones a realizar como resultado de estas discusiones, el primero sería insistir
en que las autoridades educativas en una nueva evaluación de la materia. Aun cuando en los
documentos RS observa un claro avance, aún carecen de mucho hecho en la transformación de la
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