Ahora bien, en base a lo planteado en Stufflebeam y Shinkfield (1987) el Modelo de
Evaluación CIPP, implica tomar en consideración el contexto (C), es decir, todo lo que rodea al
objeto de evaluación, sus necesidades, problemáticas, fortalezas y las oportunidades del entorno;
para ello, será necesario identificar: la población de estudio, valorando sus necesidades.
Asimismo, identificar las oportunidades de satisfacer las necesidades, diagnosticar los problemas
latentes en la organización, etc.
Por otro lado, el modelo CIPP incluye las entradas (I), esto quiere decir que se busca
información de utilidad sobre recursos (materiales, financieros) y capital humano disponible para
cubrir las necesidades y obtener los objetivos propuestos. Busca identificar y valorar la
capacidad del sistema. Este aspecto es de vital importancia, ya que permite mirar sobre las
fortalezas y oportunidades con que cuenta la ESA Julio Árraga que puedan ser útiles en el
proceso de evaluación.
El modelo también considera el proceso (P) que deter mina si lo ejecutado coincide con lo
que ha sido planificado y la existencia o no de formas de corrección durante el mismo proceso.
Tiene como objetivo, la identificación o pronóstico, de los defectos de la planificación o de su
realización, así como, proporcionar información para la toma de decisiones. Esta etapa es
importante considerarla en la propuesta, puesto que en el proceso se podrá evaluar la
interrelación entre las estructuras, los actores, los recursos, etc., del objeto de estudio.
Finalmente en el modelo CIPP, se toman en cuenta los productos (P), mismos que
reflejan los resultados previstos y no previstos, y que son consecuencia de las necesidades, los
objetivos, las entradas y el proceso. El objetivo de esta etapa es recopilar descripciones y juicios
acerca de los resultados relacionados con los objetivos y la información recopilada del contexto,
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