indígenas y marginadas, con alto rezago educativo y social, a fin de cimentar las bases del
desarrollo de las capacidades de los niños.
En la comunidad de Tepetatipan, a través de la Educación Inicial, las interacciones que se
promueven y valoran en estas sesiones, permitirán no sólo el desarrollo del niño, sino un
crecimiento compartido con sus padres, demás miembros de su familia y su comunidad. La
condición de que la comunidad gestione el espacio de un promotor voluntario para llevar a cabo
este programa supone interés y actividad de su parte, lo que favorece una posición participativa,
en vez de una actitud pasiva de recepción del servicio.
La labor de la educación inicial consiste en promover un aprendizaje dialógico, centrado
en los procesos de interacción y comunicación entre los miembros de la comunidad educativa,
los cuales se orientan al desarrollo humano como expansión de posibilidades y capacidades.
Bronfenbrenner (1985) “nos ofrece una nueva perspectiva teórica para la investigación
del desarrollo humano, basándose en el análisis de los contextos y escenarios en que se
desenvuelven y crecen las personas. Lo importante de este enfoque es que dichos escenarios se
pongan en relación para ver las posibles interacciones y los niveles de determinación en las
trayectorias de desarrollo de niños y adultos. Es decir, entre más vínculos existan entre los
distintos ámbitos y escenarios, mayor será el potencial de desarrollo de un escenario de crianza. ”
Es importante mencionar que el programa se desarrolla en competencias pero a su vez se
basan en los que son los ejes curriculares, ya que funcionan como una guía que orientará el
recorrido formativo de los participantes y engloban competencias específicas de niños y adultos,
al igual que las rutas de aprendizaje para lograrlas.
CONAFE (2008) “Los ejes curriculares permiten ubicar una serie de situaciones y
prácticas importantes para el desarrollo integral de niños y padres en relación con la infancia”.
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