actividades que los académicos en teoría deben saber realizar. En total se construyeron 50 ítems,
en cada uno de ellos el encuestado debía responder con una valoración en dos sentidos: Lo sé
hacer y Me gustaría aprender; ya que no se trata de opciones excluyentes la respuesta en cada
opción fue dicotómica 1 para respuesta afirmativa y 0 para respuesta negativa. La intención de
diseñar así el instrumento se centró en tratar de explorar la respuesta en dos momentos:
1. Explorar si lo saben hacer, permite identificar si poseen el conocimiento teórico y
práctico de la actividad en cuestión, cubriendo así una necesidad normativa de formación.
2. Explorar si les gustaría aprender la actividad en cuestión permite distinguir la idea de
actualización, si saben hacerla pero están interesados en seguir aprendiendo; la de formación si
no saben hacerla y les gustaría aprender sobre ello, o la de apatía si responden que no saben
hacerla y no les gustaría aprender. Este segundo momento fue indicativo de una necesidad de
formación sentida y expresada en la actividad en cuestión, que se podría inferir que es más
apremiante en la medida en que responden que sí les gustaría aprender con independencia si lo
saben hacer o no.
Se procuró que el instrumento tuviera una validez interna por lo que se recurrió al juicio
de expertos para su revisión, comentarios y modificaciones pertinentes, posteriormente se realizó
una aplicación piloto, con una muestra parecida a la que sería aplicado para el estudio, con la
finalidad de realizar los ajustes pertinentes. Finalmente la encuesta fue aplicada y contestada de
manera confidencial, para tales fines fue ubicada en un sitio de internet al que los profesores
debían entran a responder de forma anónima. El instrumento estuvo disponible por un periodo de
6 meses de abril a junio de 2010, cuando no se obtuvo la muestra deseada se amplió la aplicación
hasta mayo de 2011.
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