ARTÍCULO
Pienso en el Spiderman súperarticulado que posa fanfa-
rrón en mi librero, no recuerdo qué roles personificaba en
las épicas batallas del patio, pero como venida del fondo
del averno aparece una tonadita:
Mi muñeca me habló.
Me dijo cosas,
que no puedo repetir,
porque me habla sólo a mí.
Si yo fuera un pagano sacerdote y esto una epifanía,
pregonaría sobre la intimidad entre niño y juguete. Más
que frontera, patria de la imaginación. Receptáculo y
crisol de los arquetipos de un párvulo solitario. ¡Ni Toy
Story carajo!
Me dijo cosas tan secetas,
que tú no puedes oír.
Me confeso algunons pecados
que prefiero no decir.
¡Calma incrédulo hereje!¿No esperabas que revelara su
psique a la segunda estrofa verdad? Ante nosotros la
montaña, producto del telúrico movimiento entre la
creación propia y el mundo exterior. Paciente a la tercera.
Me dijo algunas cosas locas,
que no te voy a contar.
tocamos temas muy profundos,
muy difíciles de hablar.
Jesús de Nazaret. Quizá el contenido sea una chaqueta,
pero secularmente, pues hay una métrica 9-7-9-7 y verso
yámbico rimado... en infinitivo… una mierda.
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