Revista Vida Natural Nro 199 - Noviembre 2018 | Page 12

El sodio Aunque muchas personas evitan el consumo de co­ midas con sal, desconocen la existencia de muchos productos que también contienen grandes canti­ dades de este mineral. ¿Por qué es importante cono­ cerlos y moderar su ingesta? Alimentarse de manera sana muchas veces no resul­ ta una tarea fácil, aunque no imposible de lograr. La disciplina y posterior educación en este plano son dos aspectos fundamentales para gozar de buena salud y lograr un equilibrio a nivel sistémico en todo el or­ ganismo. Tener conocimiento de lo que se come, saber cuál es la composición de cada alimento y comenzar a leer etiquetas son algunos de los primeros pasos para ob­ tener resultados 100% efectivos. Allí es donde entra uno de los cuidados que se suelen tener a la hora de la comida o el almuerzo principalmente: poner menos sal a las comidas. El sodio es esencial para realizar funciones vitales en nuestro organismo. Mantener la presión arterial y los fluidos corporales en equilibrio son algunas de ellas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) esta­ bleció que el valor máximo que una persona debe ingerir por día son 5 gramos, lo cual equivale a dos mil miligramos de sodio. Sin embargo, esta entidad busca reducir el consumo en adultos a menos de dos gramos diarios. Su consumo cambia el sabor de los alimentos, ya que es un “generador” del apetito y además estimula su ingesta. Por eso, la sal agregada que uno utiliza nor­ malmente para condimentar las comidas hace que se excedan los requerimientos diarios de dicho mineral. Los especialistas recomiendan ante todo lo funda­ mental de leer las etiquetas de los productos proce­ sados para tener una noción de la porción recomen­ dada, la calidad del producto y cantidad adecuada. “La sal no solo se encuentra en preparaciones sala­ das, también se añade como aditivo o conservante a muchos productos alimenticios para resaltar el sabor, entre otras cosas. Algunas de estas formas son gluta­ mato monosódico, nitrito de sodio, sacarina de sodio, bicarbonato de sodio y benzoato de sodio”. “No es malo consumir sodio en su justa medida. La mayoría de los alimentos lo contienen en su com­ posición, por lo cual en una ingesta diaria de alimen­ tos saludables se cubren los requerimientos energéti­ cos”. Para equilibrar la cantidad, lo ideal es consumir ali­ mentos caseros de elaboración propia en donde se puede medir y controlar la cantidad de sal a utilizar. Disminuir el consumo de alimentos procesados, comi­ das fast food y realizar chequeos médicos periódicos es fundamental. “Además, se puede reemplazar por hierbas como la pimienta, perejil, orégano, pimentón, comino, ají, ajo para mejorar el sabor de las comidas. También es im­ portante saber que en las preparaciones para niños es bueno no agregar sal para ir generando un hábi­ to desde los primeros años de vida que les permita reconocer y adaptarse a los sabores naturales de los alimentos”. Por lo general uno asocia el sodio a lo salado cuando no es así, hay alimentos dulces que contienen sodio. “Generalmente cuando uno quiere bajar su inges­ ta de sodio le pone menos sal a la comida, pero los dulces contienen este mineral. Esto sucede porque el sodio es un conservante que se utiliza en la industria alimentaria como aditivo para resaltar sabores o man­ tener las comidas”. Algunos de los alimentos con mayor porcentaje de sodio son: quesos duros; fiambres; embutidos; conser­ vas en vinagre; aceitunas; alimentos preelaborados e industrializados; leche; enlatados; algunas aguas mi­ nerales; manteca; margarina; panificados; bizcochos dulces; facturas; cereales de desayuno; budines indus­ triales; donas; galletitas surtidas dulces; bebidas light; jugos; sopas instantáneas, etc.