Revista versión 2 Revista Prensa -Versión 2 | Page 8

-Bueno, pero podés tener una emergencia. Yo creo que deberías trabajar, ser más autónoma,
despejar la mente. No sé como aguantás encerrada acá.
Carla no respondió. Fueron a la cafetería y charlaron de todo un poco. Claudia pagó la cuenta. Luego
se tomó un taxi y Carla volvió a casa sintiéndose más feliz. Iba a hablar con Andrés. Quería trabajar y
sentirse útil. Además ayudaría en el hogar. Muchas veces la comida escaseaba a fin de mes. Cuando
le contó todo a su novio, el príncipe se enfureció. Otra vez, ella, tan tonta, caía en las manipulaciones
de terceros.
-¿No te das cuenta que esa Claudia es una envidiosa? Vino a lavarte la cabeza para separarte de mí.
Ve que tenés un hombre que te ama, que te cuida y te quiere sacar todo. ¿Vos te creès que ella quiere
levantarse temprano todos los días a laburar? Daría lo que sea por tener tu vida, que estás cómoda en
casa todo el día, que no te falta nada, que tenés quien se ocupe de todo por vos. Quiere que estés de
regalada como ella, insinuándose al que pasa. Por eso no la agarra nadie. ¿A vos te parece salir de
casa sin decirme? ¿Y si te pasaba algo? Los vecinos viéndote por ahí con esa atorranta. Ahora estoy
en boca de todos, como un cornudo.
Seguido al sermón y sin aviso, vinieron una cachetada y un tirón de pelo.
-¡No me pegues!-,sollozó Carla, sorprendida.
-¿Agarrar del pelo es pegar ahora? ¡No seas maricona! Vos sí que te merecés un tipo que te dé una
paliza, no un infeliz como yo que me desvivo por vos y no me valorás.
Carla lo abrazó fuerte y juró que jamás iba a salir sin su permiso, que no le iba a hablar a Claudia, que
él era todo lo que tenía.
-Yo te amo y te valoro mucho, mucho-, le dijo entre lágrimas-. Nunca más te voy a hacer enojar. A la
mañana siguiente, cuando Carla se levantó, no tenía más llave ni celular. Pero no se preocupó. Se lo
merecía.
Así, sin coraza, la bestia que una vez fue príncipe cambió los tratos dulces por todo tipo de agravios.
Su víctima se encontraba sumisa, carente de dignidad y amor propio, tras un fino trabajo de
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