Revista versión 2 Revista Prensa -Versión 2 | Page 24

familias desestructuradas y son chicos jóvenes que en su mayoría tiene nivel primario​ ​ completo, pero no han culminado el Ciclo Básico. En general saben algún oficio pero no​ ​ tienen acreditación. Por su parte, el policía Gerardo García trabajó durante años en el Comcar, y posee una​ ​ visión más pesimista en lo que refiere al futuro de los privados de libertad. “Se ve gente​ ​ realmente monstruosa en las celdas de los penales. Son personas que han matado​ ​ inescrupulosamente o cometido las más atroces aberraciones. La mayoría de ellos salen​ ​ y regresan a la brevedad con más muertes sobre los hombros. Darle instrucción a​ ​ personas cuyo único fin es dañar a otros es un gasto inútil. No importa si practican yoga,​ ​ si trabajan en la carpintería, cuando dejan la prisión fallan una y otra vez”, afirma. De la misma forma, García expresa que es importante clasificar mejor a los internos.​ ​ “Entran jóvenes primarios y no se puede lograr rehabilitarlos en convivencia con​ ​ delincuentes violentos. Los afecta mentalmente. Están en condiciones de hacinamiento,​ ​ de continua hostilidad. Para los oficiales es complejo lidiar con ellos. Si alguno tiene una​ ​ chance de cambiar de vida, la pierde por completo en ese mundo. Si la situación de los​ ​ centros penitenciarios no mejora, el impacto de la capacitación va a ser nulo”, agrega. Lo manifestado por García, concuerda con los datos que figuran en el informe anual que​ ​ presentó ante el Parlamento presentó el comisionado Juan Miguel Petit, donde asegura​ ​ que 40% de los presos en Uruguay está recluido en malas condiciones y un 30% recibe​ ​ tratos crueles o degradantes,, . "El análisis de las condiciones de reclusión de nos indica que existen oportunidades de​ ​ integración social para un 26% de la población penitenciaria, hay insuficientes condiciones​ ​ para la integración social para el 44% y existen tratos crueles, inhumanos o degradantes​ ​ para el 30%, con violencia permanente en los macro penales", dice el reporte. Según los datos del informe, en el 2017 se registraron 47 muertos en custodia, 28 de ellas​ ​ fueron muertes violentas (17 homicidios y 10 suicidios y una por caída de altura con​ ​ causas no claras) y 19 por enfermedades. Consultado al respecto, el Licenciado Peraza aduce que las condiciones inhumanas a las​ ​ que están expuestos los presos es un retroceso para su reinserción posterior. “Es​ ​ claramente un tema que nos preocupa. Las cárceles uruguayas están aún lejos de​ ​ alcanzar los estándares que deberían tener. La superpoblación que tenemos en los​ ​ centros no coopera. De todas maneras, es algo que de a poco va a empezar a cambiar.​ ​ De hecho el nuevo Código del Proceso Penal disminuye la prisionalización, porque entiende las desventajas de presos hacinados. Esto es un proceso que va a paso lento.​ ​ Falta mucho aún, pero las cosas no cambian de un día para otro”, remarca Peraza. 23