Revista Verde & Segura Manufactura Edición 4. Junio 2018 | Page 15
• Tóxicas: producen daño una vez que han ingresado al organismo.
Una sustancia puede poseer propiedades de alta inflamabili-
dad y al mismo tiempo ser irritante sobre la piel y tóxica para
el sistema nervioso. Para que el compuesto químico produzca
daño, se requiere su ingreso al organismo, el cual se puede
producir por tres vías:
• Vía inhalatoria: el químico ingresa a través de la respiración;
mientras menor es el tamaño de sus partículas y mayor es la
frecuencia con que se respira, aumenta el paso al organismo a
través de esta vía.
• Vía dérmica: el químico penetra a través de la piel; los com-
puestos más grasosos penetran con mayor facilidad (solventes,
por ejemplo) y su entrada se acelera en zonas con una capa de
piel delgada o con lesiones; algunos químicos van produciendo
lesiones en la piel, con lo cual va aumentando su ingreso.
• Vía digestiva: el químico ingresa en este caso al ser ingerido;
los químicos que producen lesión por contacto directo entran
mucho más rápido por esta vía, por lo que también la contami-
nación de alimentos es una vía de ingreso accidental.
Una vez dentro del organismo, la sustancia química entra a la
sangre, desde donde los sistemas normales de eliminación de
desechos del organismo la tratarán de limpiar. Los principales
órganos de limpieza son el riñón (eliminación a través de la
orina) y el hígado (por la vía de bilis y deposiciones). Si hay
alguna falla en estos sistemas, se dificulta la eliminación. Si es
que la sustancia química no actúa ni como irritante ni corrosiva
(es decir, que no causa daño directo por contacto), el riesgo de
daño a la salud depende de la capacidad para super-
ar los mecanismos normales de eliminación, a mayor
cantidad de sustancia química, mayor riesgo. La can-
tidad de sustancia que ingresa al organismo aumenta
si su concentración ambiental es alta, el tiempo de ex-
posición es prolongado y si hay condiciones favorables
en el sujeto expuesto (que respire más aceleradamente
por fatiga, que presente lesiones en la piel, que elimine
menos, etc.)
Por lo anterior, el principio de la legislación es fijar un
límite permisible, es decir, una concentración ambiental
(en el aire) que se supone segura para la salud. Para sus-
tancias que penetran a través de la piel, el valor ambien-
tal no sirve y por eso la legislación hace una adverten-
cia, de manera que se adopten medidas preventivas en
la manipulación. Los daños que se pueden producir son
variados, dependiendo del compuesto químico de que
se trate (daños a nivel respiratorio, digestivo, riñones,
hígado, sistema nervioso, aparato musculoesquelético,
glóbulos rojos, etc.) Algunas tienen riesgo de producir
cáncer y otras el riesgo de malformaciones en la de-
scendencia. El riesgo de contaminación química obliga
a tomar medidas que incluyen el etiquetado y almace-
namiento seguros, mantener siempre en orden los lug-
ares con sustancias químicas, normas especiales para
su manipulación, uso de elementos de protección per-
sonal adecuados, medición periódica de niveles ambi-
entales si corresponde y evaluación periódica de traba-
jadores expuestos.
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