Revista Ven y Sígueme Octubre 2016 | Page 5

Espíritu y Vida Tesoros en la Basura P. Rafael López López, M.Sp.S. Triste y angustiado, Víctor alquiló una excavadora mecánica con el fin de remover los montones de basura, en el lugar en que depositan estos desperdicios. Pero todo fue inútil. Sus amigos, que lo veían trabajar entre esos terrenos malolientes de basura en descomposición, movían la cabeza y, compadecidamente, murmuraban: “pero, ¿cómo se le ocurrió a Víctor dejar sus tesoros en la basura?” N o hace mucho tiempo, leí en los periódicos esta trágica historia, que me hizo reflexionar provechosamente. Se trataba de un buen marido que, por espacio de varios años, había estado ahorrando algún dinero, con el propósito de comprarle un auto a su esposa. El tiempo pasaba y aquel capital aumentaba. Lo malo del caso fue que, a Víctor Grant, se le ocurrió guardar el dinero que iba ahorrando en las bolsas de unos pantalones viejos para que, en esa forma, no se diera cuenta su esposa y pudiera sorprenderla en el momento oportuno con el regalo del nuevo coche. Pero el sorprendido fue el esposo pues, un día en que los recogedores de la basura vinieron a la casa de la familia Grant, la señora sacó la basura y, junto con la ropa vieja, se encontraban los pantalones en los que Víctor guardaba sus ahorros. Quizás tú o yo estemos cometiendo el mismo error de Víctor y estemos guardando los tesoros divinos que Dios, bondadosamente, nos ha dado, en un lugar impropio, inseguro, de donde, descuidadamente, puedan pasar al vaciadero de los desperdicios. ¡Espíritu Santo, danos la gracia de apreciar correctamente el Don que el Padre nos ha ofrecido con tanta generosidad y ternura! Cuando Víctor quiso colocar en los pantalones sus nuevos ahorros, no encontró los viejos pantalones. Preguntó a su esposa y esta le dijo, simplemente, que los había tirado a la basura. 3