Revista V6N1 CM-INSN Enero 2018 Revista CM V6N1 Enero 2018 | Page 66

Rev INSN: 2018;6(1) variantes del número de copias (CNV del inglés copy number variation) encontradas en la prueba se compararon con variantes genómicas reportadas en bases de datos públicas. Encontramos en el cariotipo convencional una deleción del brazo corto y una duplicación del brazo largo del cromosoma 18 (Figura 2). La madre porta una inversión pericéntrica en el cromosoma 18, y los hermanos del paciente heredaron la misma alte- ración estructural: inv(18)(p11.2q21.3), sin ninguna manifestación clínica significativa (Figura 3). No pu- dimos analizar a otros miembros del linaje materno. Tomando en consideración los resultados de la ma- dre, el cariotipo del paciente se escribió como: 46, XY, rec(18) dup(18q) inv (18) (p11.2q21.3)mat. El análisis cromosómico de micromatrices (CMA) detectó tres desequilibrios genómicos en el cromosoma 18 del paciente: una duplicación de 12,8Mbp en 18q22.1q23 (62,142,135-74,982,796) x3, una duplicación de 3Mbp a 18q23 (74,983,927- 78,013,728) x3 y una deleción de 11,1Mbp a 18p11.32p11.21 (136, 227-11, 246, 728) x1 (Figura 4). Discusión Los rearreglos cromosómicos pericéntricos ocu- rren en 0,01 a 0,02% de la población general(2,8). Nuestro paciente presenta una alteración en el cro- mosoma 18 debido al intercambio de información entre la región materna invertida pericéntricamen- te y la región paterna homóloga normal, donde la formación del lazo cromosómico está alineando los segmentos homólogos (Figura 5), y esta recombi- nación dependería de la longitud del segmento in- vertido(9) de los portadores (Figura 6). Los portado- res de inv(18) tendrían más predisposición a tener descendientes con inversiones que con recombi- nantes, con frecuencias más altas de estos rearre- glos según sean las inversiones de origen materno y paterno, respectivamente(6). Nuestro caso refuerza esta idea porque los her- manos que están vivos han heredado la inversión pericéntrica y sólo un niño tiene un recombinante, pero nos falta información sobre las pruebas genéti- cas en el hermano muerto a los 5 meses y el aborto a los 3 meses informado por la madre. Según otros pacientes con síndrome 18p-/18q +, el fenotipo va- Familia con inversión pericéntrica del cromosoma 18 ría de leve a severo(6,10–23); teniendo oligoaste- nospermia como una manifestación única en el pa- ciente reportado por Quiroga y col.(24). Lustosa-Mendes y col. Revisaron pacientes con reordenamientos 18p-/18q+, identificando carac- terísticas que compartían los casos reportados. Observamos (véase el Suplemento 1) otras carac- terísticas comunes: telecanto, hipertelorismo, estra- bismo, filtrum largo, y comisuras orales hacia abajo, cara redonda, cuello corto, defectos cardíacos y clinodactilia. Los pacientes similares al nuestro pre- sentaron fenotipos más relacionados con el síndro- me 18p-(5) que con el síndrome de trisomía parcial 18q (25). La mayoría de los casos reportaron una duplicación de los brazos largos del cromosoma 18 distal a la región 18q12.1-18q21.2, no involucrando 18q22.33-18qter, las dos regiones propuestas para el síndrome de Edwards(26). Por este motivo, cree- mos que las duplicaciones proximales en 18q con- tribuyen más que las distales en este fenotipo. Por otra parte, nuestro paciente tiene una delecion de 18p los cuales ya se han vinculado con sensibilidad de dosaje génico, sin manifestar todas las caracte- rísticas reportadas en este tipo de pacientes (Tabla 2), lo que sugiere que otros factores podrían con- tribuir con el desarrollo de la correlación genotipo- fenotipo(5,27). Nuestro paciente tiene un reordenamiento cro- mosómico similar al reportado en Brasil(6), pero aun así difieren en características clínicas (Tabla 1). Se debe proporcionar una descripción precisa del fenotipo y compararlos a edades similares o en un lapso de seguimiento parejo, ya que las publicacio- nes de comparación incluyeron a niños pequeños, bebés, adultos e incluso fetos. Además, pensamos que los pacientes con síndrome 18p- / 18q + deben completar las evaluaciones tratando de encontrar los fenotipos reportados en pacientes con alteración 18p. Este es el primer paciente con hematuria mi- croscópica persistente sin causa identificable. La lesión de la membrana basal glomerular (GBM) es una de las causas de la hematuria, y esta compleja estructura contiene Laminina α1, una subunidad de la proteína laminina-111. Ning y col. reportaron en ratones knockout condicionados con deleción del gen Lama1 en el linaje epiblástico, que este gen se expresa en la GBM en desarrollo y está ausente en 63