Revista Usuré Antropología y Transformación Social | Page 16

REVISTA ESTUDIANTIL DE ANTROPOLOGÍA Así las cosas, concentrando la mirada en los territorios, algo muy importante ha sido la Ley Indígena de 1977. Esta ley está hecha con la intencionalidad de propiciar la continuidad étnica de los pueblos indígenas que viven en esos Territorios. No lo digo yo, lo dice la jurisprudencia. La Ley no es un capricho como cree Otto Guevara, no es una cuestión de negar a los indígenas el supuesto derecho a una propiedad privada. El Estado ha garantizado la posi- bilidad, porque las tierras ya eran de ellos, de que esas tierras per- tenezcan de manera colectiva a la comunidad, con el elevado propó- sito de propiciar la continuidad ét- nica de su pueblo, y que el territo- rio sirva como plataforma para la prolongación en el tiempo de ese grupo social, ya de por sí bastante afectado por la historia, a lo lar- go de los siglos. Sin embargo, esa ley tiene un pecado de origen y es que desde el inicio, dentro de esos territorios vive gente no indígena, además de la que haya podido lle- gar luego. Esa gente no indígena que está ahí, según la ley, tenía que ser indemnizada para que dejara sus tierras a la comunidad indígena a la que había sido asig- nado el territorio. Pero esto nun- ca se hizo. Entonces permanecen ahí y eso ha dado como resultado una serie de contradicciones. No me extrañaría que haya indígenas que no tengan claro este panora- ma, mucho menos lo tendrán los no – indígenas. Uno oye cada cierto tiempo en la Asamblea Legislativa a diputados Trabajo rudo. Vecinos de Potrero Grande construyen puente sobre el río Cabagra. Foto de la colección de Augusto Avendaño Avendaño. 16