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Algunos de los talleres de cocina que hemos
realizado relacionados con las emociones
trabajadas han sido:
Miedo
Esta suele ser una de las primeras emociones
que trabajo. El alumnado que entra por primera
vez a la escuela se siente con inseguridad,
temeridad,… ante todo lo nuevo que va
descubriendo y tenemos que aprender a
escuchar sus miedos, y transmitirles seguridad.
Para ello nada mejor que la clásica receta de
“los fantasmas de chocolate”, muy sencilla de
realizar utilizando como ingrediente principal el
plátano.
Confusión
Cuando estamos de muchos colores, enredados
y confusos porque no sabemos lo que nos
pasa, nada mejor que una rica “brocheta de
frutas”, donde mezclamos colores y sabores,
descubriendo que cuando vamos saboreando
cada trozo de nuestra brocheta podemos
identificar su sabor poniendo nombre y color
a esa fruta que comemos, igual que podemos
hacer con nuestras emociones.
Alegría
Para celebrar la alegría lo hemos hecho con
una receta titulada “chispas de alegría” donde
mezclamos galletas, yogurt y melocotón o trozos
de nuestra fruta favorita que saborearemos
alegremente una vez preparada.
Tristeza
La llevamos mejor si tomamos algo rico que al
alumnado, docentes y familia nos encanta: una
buena” pizza” preparada por ellos y ellas con los
ingredientes que les gusten y quiten su tristeza.
Ira o Rabia
Ayudamos a nuestro alumnado a calmarse
cuando siente rabia o enfado. Para ello una
receta que calme al centrarse en su preparación.
Podemos proporcionar algunos ingredientes
sencillos (pan, fruta, verdura, frutos secos, ….)
y simplemente dejar que cada uno-a de rienda
suelta a su imaginación preparando algo rico para
compartir. También se puede hacer por parejas o
grupitos pequeños. Al finalizar explicarán al resto
lo que han elaborado y cómo lo hicieron.
Calma
Algo verde como el color que la representa
nos vendría genial , así que una rica “ensalada
verde” nos viene bien y nos sabe mucho mejor
si la lechuga la hemos plantado y recogido de
nuestro huerto.
Y, para trabajar el Amor o Cariño nada mejor
que unas ricas “galletas navideñas” dulces y
preferiblemente con forma de corazón o unos
“rosquetes”.
Para la realización de estos talleres que les ilusiona
y emociona es muy importante la participación
familiar, aportando recetas, ingredientes,
ayudando en los talleres,…o degustando las
creaciones de estos pequeños chefs y además que
propiciamos el aprendizaje de la lectoescritura ya
que previo a la elaboración del taller trabajamos
las recetas que ellos y ellas llevarán a casa para
compartirlas en familia.
“Con emoción y mucho sabor aprendemos
mejor”
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