Revista sobre la leche 1 | Page 13

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La metodología más habitual para la mejora de enzimas es la evolución dirigida, una fórmula que desarrolló el premio Nobel de Química. Se trata de un proceso efectivo pero lento, muy costoso y con un resultado imprevisible. Por esta razón, se ha desarrollado un 'software'

que es capaz de sustituir hasta el 90% de pruebas en laboratorio, pero lo más importante es que es capaz de anticipar el éxito de un proyecto: el diseño personalizado de enzimas industriales se adecua a las necesidades y recursos de sectores como el alimentario.

Enzimas con diseño personalizado

agrosingularity

Este proyecto permite convertir vegetales frescos no valorizados en la industria en ingredientes en polvo, alargando la vida útil del producto desde unas dos semanas a 24 meses. De esta forma «aportamos soluciones de transformación para que productos frescos puedan convertirse en materia prima para la industria alimentaria, farmacéutica y cosmética, acabando con los residuos», declaró el CEO, Juan Francisco Abad. La empresa tiene en portfolio unos diez productos, entre los que destacan alimentos como tomate, brócoli, lechuga, alcachofa, pimiento.