Las estrategias de aprendizaje informal se representan por los
comportamientos habituales desarrollados por la exposición al entorno
inmediato y que se desencadenan en aprendizajes. Siguiendo a Contreras y
León (2019): a menudo, estos comportamientos permean en los contextos
académicos, a pesar de lo disfuncional que pueda provocar el continuo acceso
a Internet en los jóvenes, al encontrarse en una etapa crítica de definición de
la propia identidad que puede llevar a un uso adictivo, si no es asesorado
adecuadamente por familiares y tutores (pág. 12).
De manera que Jenkins, Ford y Green (2015b): en su libro titulado
Cultura Transmedia, hace una crítica amplia sobre la forma como la tecnología
está cambiando la cultura, de esta forma analiza las interacciones con diversos
dispositivos, plataformas, y sobre todo los cambios que están provocando la
sobreexposición a la información en Internet, permitiendo que la aparición de
múltiples formatos y medios electrónicos y a su vez la redefinición de los
comportamientos mediáticos (págs. 17-23).
Los jóvenes, quienes tienen la facilidad para navegar entre dispositivos
e información, desarrollan ciertas estrategias de aprendizaje informal a medida
que están insertos en una cultura participativa y de convergencia digital. Así
mismo, Scolari (2017a), dice sobre el Proyecto Transliteracy, base para este
estudio:
En el proyecto TRANSLITERACY, se identificaron seis
modalidades de estrategias de aprendizaje informal (aprender
haciendo, resolviendo problemas, imitando, jugando,
evaluando y enseñando) que se interceptan con cuatro áreas
principales (contenido, tiempo, espacio y relaciones) que
contienen una serie de categorías y oposiciones (pág. 57).
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Artículo Arbitrado
2.3. De las estrategias de aprendizaje informal a las formales