productivas para comprender y aprehender conocimientos según su nivel,
grado o modalidad. La didáctica permite fortalecer habilidades y destrezas a
través del hacer, descubrir y la praxiología (combinar conocimientos teóricos
con prácticas dirigidas), minimizando las debilidades, limitaciones, errores y
omisiones en el proceso pedagógico.
Desde la perspectiva epistemológica, la palabra didáctica fue utilizada
por primera vez por Wolfgang (1929): su concepto giraba en función del
“sentido y necesidad de enseñar” (pág. 65). Todos los que enseñan tienen dos
factores en común un sentido lógico de querer aumentar el conocimiento y la
necesidad de que sus discípulos aprendan, para ello utilizan todo un
andamiaje de métodos, técnicas y recursos científicos, artísticos y de oficios.
Asimismo, Díaz (2001), emplea el término: “didáctica como una ciencia
social, en constante desarrollo, puntualiza su accionar en la “epistemología,
conceptualizaciones y metodología” (pág. 46). Como enfoque epistémico
busca gestionar el conocimiento, develar nuevos conceptos partiendo de
experiencias preliminares, guiados por una metodología innovadora,
consciente y práctica.
Es importante destacar, la didáctica está en constante desarrollo, según
los estudios de Madrid y Mayorga (2010): la “didáctica es el campo de acción
de numerosas investigaciones de proyecciones teóricas y prácticas cuyos
aportes han enriquecido el sistema de conocimiento y han determinado su
carácter de ciencia en dos dimensiones la teoría y la práctica” (pág. 86). Como
campo de acción permite el intercambio de conocimientos es escenarios
naturales formales e informales, proyectar datos e informaciones más allá de
la teoría y la práctica donde la utilidad de lo estudiado se aplica en la
cotidianidad del estudiante.
De igual forma, Moreno (2004), manifiesta que:
Desde la consideración de los medios como materiales
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Arbitrado
la enseñanza, es el que aprende), comparten experiencias intelectuales